Tendemos a pensar en las chimeneas de una forma romántica, el frío en el exterior y nosotros junto al fuego de la chimenea calentando nuestras manos y nuestro cuerpo helado. Pero no siempre es así, en ocasiones la chimenea no es operativa por diversas causas o simplemente se ha perdido la costumbre de encenderla. Porque seamos sinceros, cuando una chimenea no funciona a la perfección es una fuente de humos y malos olores. Se convierte en todo un problema pero claro no podemos dejar ese hueco vacío como si nada, así que os proponemos diez maneras sencillas de decorar ese espacio.
Como lugar para almacenar el vino, es una opción interesante. Cuando no sabes donde guardar las botellas de vino, ese hueco es un buen sitio. Incluso se puede instalar un pequeño armario refrigerador y guardar el vino en condiciones ideales. Así la chimenea seguirá siendo una fuente de calor para nosotros, el calorcillo interior que nos da una copa de buen tinto.
Para casas pequeñas con problemas de almacenamiento, convertir la chimenea en una estantería es una buena opción. Podemos encastrar un mueble hecho a medida y si forramos el fondo con papel pintado a juego con la habitación nos quedará un espacio de almacenamiento muy interesante.
Este otro espacio de almacenamiento es para apasionados de la lectura que ya no saben dónde guardar sus libros. En el hueco de la chimenea caben muchos libros. En el ejemplo se han dispuesto de forma decorativa y práctica. Se ocupa todo el espacio disponible y además se crea un bonito efecto decorativo con ese aparente caos organizativo.
Todo se puede decir con flores y con flores se puede decorar cualquier espacio. Un gran jarrón con flores dispuesto en el hueco de la chimenea aportará color y frescura a la estancia. Y en Navidad podemos colocar un pequeño árbol o alguna decoración relacionada con las fiestas.
El hueco de esta chimenea sin uso se ha rellenado con troncos de madera, no hay nada más apropiado y crea un efecto decorativo de aire natural y ecológico.
También podemos usar la chimenea como expositor de nuestras colecciones. Sobre todo si coleccionamos objetos grandes como vemos en la imagen superior. Si son objetos pequeños será más engorrosa su limpieza pues es un lugar donde se deposita bastante polvo.
Una estupenda manera de seguir disfrutando de la visión del fuego en la chimenea es instalar un buen número de grandes velas. Tendremos un lugar totalmente seguro para las velas y nos aportará una iluminación y un juego de llamas y sombras realmente interesante.
El espacio vacío e inútil se puede transformar en una magnífica galería personal. Si colocamos nuestras mejores obras artísticas en un lugar poco usual la atención de nuestros visitantes será mayor. Podemos seguir conversando alrededor de la chimenea aunque sea el fuego del arte el que nos atraiga.
Un busto, una concha, una olla de cobre…cualquier objeto llamativo o artístico se convertirá en un imán para las miradas.
Y en última instancia podemos instalar una estufa eléctrica, de gas o bioalcohol. Tendremos el fuego de la chimenea pero sin los inconvenientes de la combustión de la madera.
Fotos: freshome.com