La elección de la encimera para la cocina es una de las intervenciones más importantes que se nos plantea a la hora de hacer una remodelación o de crear una cocina nueva. Es la superficie sobre la que vamos a trabajar durante muchos años y tiene dos vertientes muy marcadas, la estética y la práctica. Hemos de conciliar ambas a la hora de su elección, veamos pues diez opciones de las muchas que nos presenta el mercado para intentar aclarar conceptos y opiniones.
Las encimeras de cuarzo se han hecho con un gran sector de este mercado gracias a las indudables ventajas prácticas y estéticas que ofrece. Un balance muy equilibrado que permite integrar perfectamente la encimera con el estilo de la cocina. Son muy duraderas y su mantenimiento es muy llevadero.
Las encimeras de acero inoxidable están muy presentes en las cocinas modernas, llegadas desde las cocinas profesionales ofrecen un buen compromiso estético y resultan las más higiénicas.
Un material que ha entrado con mucha fuerza en los últimos diseños de cocina es el cristal templado. Es una gran baza estética que se integra perfectamente en un estilo ultramoderno. Sus ventajas prácticas son altas, fácil mantenimiento e higiene. Ahora bien deben ser de vidrio templado y tener un grosor superior a los 10 mm para que puedan soportar el trabajo de una cocina. Sus grandes enemigos son los golpes y los rayones.
Los azulejos son una opción clásica y económica, muy usados en otras épocas parece que algún diseñador ha vuelto a ellos. La ventaja principal es su bajo precio y la gran facilidad que tienen para ser combinados con el resto de la cocina. El inconveniente principal son las juntas, suciedad y moho tienden a acumularse en ellas por lo que hay que tratarlas con algún producto impermeabilizante.
El travertino es otro de esos materiales tradicionales que han sido utilizados durante siglos. Su gran ventaja es la estética, este material milenario rezuma estilo y sofisticación. Necesita eso sí un correcto mantenimiento para mantener el sellado de la piedra y no utilizar limpiadores agresivos que pueden dañar su superficie.
Para los más preocupados por el medio ambiente hay una opción muy interesante, las encimeras elaboradas con materiales reciclados. Hay distintos tipos de ellas según su composición, las más frecuentes reutilizan vidrio reciclado en su composición aunque también se les añaden otros materiales. Pueden llegar a contener hasta tres cuartas partes de estos materiales reciclados y una cuarta parte de resinas y piedras naturales.
El granito, otro clásico en las cocinas de todo el mundo, se ha renovado en cierta manera. Ahora suele usarse en acabado mate que lo diferencia de los clásicos acabados brillantes. Aporta una nueva estética a pesar de su uso secular y juega con la gran ventaja de la durabilidad y el bajo mantenimiento.
Las encimeras de madera gruesa son imprescindibles en algunos estilos de cocina. Su calidez es incuestionable y en cuanto a la práctica precisan de un correcto tratamiento aislante que permita su uso con alimentos y objetos calientes.
El hormigón o concreto es un material que ha entrado con fuerza en la decoración de interiores y por supuesto ha llegado también a la cocina. Combina con cualquier material y hoy en día con los microcementos pueden conseguirse acabados increíbles por su uniformidad y color. Son estéticos y prácticos a la vez, muy resistentes.
Otro viejo conocido, el mármol de Carrara, elegante, sofisticado y glamuroso. Combina muy bien con cualquier estilo decorativo y resulta muy grato a la vista. Su mantenimiento no es exigente siempre que respetemos las características de la piedra. Cuidado con los limpiadores excesivamente agresivos y los ácidos.
Fotos: hgtv.com