Las terrazas minimalistas nos invitan a disfrutar directamente y sin intermediarios del aire libre y el paisaje que nos rodea. Ellas se convierten en mero vehículos que tratan de pasar lo más desapercibidos posibles, quieren quedar en segundo plano para que los protagonistas seamos nosotros y el entorno. Con estas 18 inspiraciones para una terraza minimalista esperamos que vosotros, amantes de este extraordinario estilo, podáis montar vuestra terraza y disfrutar del exterior de vuestra casa que desde luego también forma parte de ella.
Los elementos naturales son fundamentales en una terraza minimalista. Sólo tenemos lineas rectas, ángulos y poco más para construir un espacio agradable. Ese poco más es un correcto uso de los elementos clásicos, agua, aire, fuego y tierra.
Aunque nos dejamos deslumbrar, y con razón, con esas extraordinarias terrazas minimalistas, pero en versión maximalista, con grandiosas vistas al mar y enormes espacios abiertos, no hay que olvidar que podemos usar este estilo incluso para un espacio mucho más humano.
También tenemos una cierta tendencia a identificar el minimalismo con esas terrazas vacías sólo ocupadas por un poco de agua, mucho hormigón y algo de madera, el verde, el reino vegetal también tiene cabida y sólo de verlo nos transmite esa sensación de frescor única que transmiten las plantas.
El minimalismo tampoco es sinónimo de asarse bajo el sol, una amplia y cómoda zona de sombra resultará imprescindible en los lugares de clima templado y cálido para poder disfrutar durante el día de nuestra terraza.
La geometría juega un papel fundamental en el diseño de una terraza minimalista. Las distintas áreas y espacios que componen la terraza deben estar formados por líneas rectas mayoritariamente, lo cual no impide que en ocasiones se pueda echar mano de formas circulares o esféricas para crear acentos y contrastes.
Aquí tenemos un ejemplo de esas envidiables terrazas minimalistas con unas preciosas vistas marinas. Y un buen ejemplo de ese uso de las formas circulares para dar ese pequeño toque femenino a un espacio tan rectilíneo y masculino.
También cabe un espacio amable, corriente y sin grandes pretensiones para una vida cotidiana y de lo más normal. Este rinconcito encantador permite disfrutar con estilo de un cálido fuego.
Cuando el minimalismo se alía con lo étnico encontramos maravillas como ésta. Estuco, cal y una puerta que nos habla de lugares exóticos.
Una pantalla puede aislar nuestra terraza incluso en la más poblada de las ciudades y ayudarnos a crear un espacio minimalista íntimo y agradable.
El minimalismo es tremendamente simbólico, la soledad del arbolillo se ve resaltada por esos mayores que asoman tras el muro. Todo un poema de la modernidad.
En definitiva que una terraza minimalista no es obligatoriamente un espacio aséptico y frío, al contrario puede contar muchas cosas de nosotros mismos sin demasiados alardes. Sólo con un buen uso de los materiales básicos de construcción y los ornamentos más sencillos.
Fotos: Pinterest.com