Pocas cosas resultan más relajantes, para la mayoría de la gente, que un largo baño con agua caliente. Para ello necesitamos una cómoda bañera en la que podamos estirar las piernas, recostar la cabeza, cerrar los ojos y disfrutar de una suave música. Esto se puede hacer en cualquier recipiente, estas 19 lujosas bañeras de ensueño van un paso más allá, quieren ser el centro de tu cuarto de baño por sí mismas y no sólo por su función. Y he de reconocer que lo consiguen con creces.
Una suave forma cóncava, desigual, que se ve resaltada por el pequeño pedestal. El grifo que surge del suelo acaba de completar la independencia de la bañera que se convierte así en un auténtico hamam.
Puro simbolismo el diseño de estos elementos de baño, ese discreto contraste del negro y el blanco rematado con la fluidez de esa línea espiral que recuerda el fluir del agua.
El mármol travertino nos muestra toda su rústica elegancia natural en esta encantadora bañera y el no menos encantador entorno.
En ocasiones la belleza y el protagonismo de un elemento decorativo está en su capacidad de mimetizarse, de apartarse de la vista para permitirnos disfrutar de lo que le rodea, como esta bañera encastrada.
Esta bañera triangular de formas redondeadas aporta un toque natural, orgánico y relajante a este cuarto de baño cálido y acogedor.
El exceso también tiene su encanto, sobre todo cuando se muestra con elegancia y referencias culturales como esta extraordinaria bañera de inspiración Art Decó.
Las formas curvas en las bañeras no sólo tienen una función ornamental, al contrario, resultan muy prácticas para apoyar la espalda.
Esta elegante bañera negra, que parece tallada en ónix, es redondeada pero de bajo perfil para quedar como difuminada en ese luminoso rincón.
Esta en cambio se convierte en la estrella principal, negro y blanco, la combinación más elegante posible y dispuesta sobre un regio pedestal que la aisla del suelo de madera.
Debe haber bañeras para todos los gustos, hay quien odia tumbarse en la bañera y prefiere quedarse sentado. En este modelo se sentirán totalmente a gusto pues está diseñada para sentarse.
Inscribir una forma curva en un bloque rectilíneo es lo que se ha hecho con esta bella bañera. Un diseño sencillo que crea un ambiente minimalista agradable y diáfano.
Un diseño clásico redefinido para un espacio de gran elegancia y regusto clásico. Tradición y modernidad se dan la mano en este señorial cuarto de baño.
Aquí en cambio nos vamos al minimalismo más feroz, un diseño rectangular en un espacio abierto y de líneas limpias.
Otro ejemplo de minimalismo, más corriente, para cuando el espacio no es precisamente lo que sobra.
Una bañera distinta para un ambiente informal y divertido. Esa diferencia de grosor de las paredes de la bañera combinan muy bien con el tabique que separa el dormitorio.
Una verdadera escultura, esta bañera sigue una línea muy original que parece el ensamblaje de dos piezas diferentes. Una original forma de ver un objeto tan usual.
Un cuarto de baño tan audaz como este sin duda merece una bañera verdaderamente distintiva. La bañera Cuna, de Patricia Urquiola, se preparó con un marco de bronce tubular que abraza la bañera.
Una bañera negra situada en un entorno de hormigón, bajo ella el suelo se ha rebajado y se ha recubierto con adoquines de piedra. La bañera es el único objeto curvo, junto al jarrón de cristal, de todo el entorno.
Una lámpara prodigiosa, un sillón icónico, obras de arte en la pared y el centro esta preciosa bañera curvada que resalta como una joya.