Una pérgola es un elemento imprescindible para sacarle todo el partido a tu jardín o terraza. Tiene innumerables ventajas tanto prácticas como estéticas que transformarán tu jardín por completo. La pérgola te servirá para tantas cosas que sería difícil enumerarlas todas.
Desde para crear una zona de estar más acogedora e íntima hasta para protegerte cuando estés atareada en tu cocina de exterior. Y puedes instalarla pegada a la casa o de forma independiente en cualquier rincón del jardín. Veamos pues algunos ejemplos que nos esclareceran el papel que puede jugar una pérgola en tu jardín.
Este modelo sencillo de pérgola de madera delimita perfectamente la zona de estar en este jardín.
Esta en cambio, instalada junto a la casa cubre tanto el área de cocina como de comedor para que disfrutar de las comidas al aire libre sea mucho más placentero.
Esta señorial pérgola con columnas clásicas enmarca la zona de descanso situada frente a la chimenea de exterior.
Otro ejemplo de pérgola sencilla y rústica acorde con la construcción aledaña. También en este caso cubre la zona de estar, una solución muy habitual pues una zona de estar al aire libre siempre necesita algo de sombra al menos en verano.
Encajada entre dos alas de la vivienda esta maciza pérgola de madera enmarca un gran comedor de exterior.
Una pérgola pequeña pero con mucho estilo para las cenas íntimas de verano bajo las estrellas.
Curiosa y enorme pérgola que cubre una gran cocina de exterior con comedor formado por dos mesas grandes de picnic. Una pérgola para montar grandes fiestas.
La piedra y la madera forman un matrimonio perfecto como vemos en este ejemplo. Chimenea, cocina y un poco de sombra para disfrutar de ellas.
Elegate pérgola en madera blanca que encaja con el tipo de construcción de la casa.
En este caso la pérgola sirve para disfrutar de la piscina en los días más cálidos del año. Cuenta para ello incluso con una cama de exterior colgada de las vigas de la pérgola.
El presupuesto que precisaremos para instalar nuestra pérgola puede ser muy variado. Ya que como vemos hay mucha oferta y podemos encontrar desde modelos muy sencillos en madera natural por muy poco hasta modelos muy elaborados que necesitan una gran inversión.
Los estilos son también muy variados y se pueden acomodar en espacios muy diferentes. Y por supuesto trataremos siempre de elegir un modelo acorde con el estilo decorativo y constructivo de nuestra casa.
Por lo general la madera que se usa para las pérgolas ya viene tratada de origen para soportar las inclemencias del tiempo. Pero lógicamente dicho tratamiento no es eterno y necesitarán un ligero mantenimiento anual.
También es fundamental velar por la seguridad de su instalación, sobre todo si la hacemos nosotros. Cuidaremos de seguir en ese caso las instrucciones del constructor y fijar bien al suelo y los distintos elementos entre sí.
Lo mismo habrá que tener en cuenta cuando instalemos complementos fijados a la estructura de la pérgola.
Cuando pretendemos crear una zona de estar en el jardín hay que encontrar el mejor lugar para ello. Seguro que no nos cuesta mucho encontrarlo, el más fresco en verano y lo más resguardado posible en invierno.
Algunas pérgolas prácticamente acaban convertidas en un porche como vemos en este caso. Es una muestra más de su gran versatilidad.
La función principal de una pérgola es hacernos la vida más fácil y agradable. Y estoy convencido que cualquier modelo, sencillo o sofisticado, nos dará grandes satisfacciones.
Poder disfrutar de sombra durante el día y del fresco por la noche es algo que no tiene precio. Todo lo demás es accesorio.
Incluso podemos encontrar pérgolas como ésta que cuenta con ventanas y paneles en un lateral para aumentar la privacidad o proteger del viento predominante en el lugar.