Las cestas hechas con fibras vegetales son un gran complemento que nos permite aumentar considerablemente la capacidad de almacenamiento en cualquier lugar de nuestra casa. Son además muy decorativas y aportan un toque cálido muy interesante. Vamos a ver algunos ejemplos de su uso en cualquier estancia de la casa.
Se pueden usar las cestas en cualquier parte de la casa tanto en áreas privadas como en zonas comunes. Desde el recibidor, como vemos aquí, hasta el mismo dormitorio siempre van a funcionar.
En el living una cesta grande siempre viene bien para guardar las almohadas y mantas por ejemplo.
O junto a la chimenea para tener la leña en orden y que no nos ensucie el suelo.
Esa manta del sofá que siempre anda arrugada y tirada de cualquier manera quedará fantástica simplemente doblándola un poco y colocándola sobre una cesta.
Este par de cestas llenas de libros encanjan muy bien en este mueble rústico y lo dotan de una capacidad de almacenaje increíble.
Incluso podemos decorar con las propias cestas, es decir usarlas simplemente como objetos decorativos combinando varias de ellas.
En estanterías abiertas las cestas nos permiten tenerlo todo bien ordenado y fuera de la vista.
También en el dormitorio podemos usar las cestas para guardar una almohada, un plaid o cualquier accesorio similar que usemos para decorar nuestra cama.
Esta colección de pequeñas cestas queda genial en este armario dándole un aire desenfadado y rústico.
Estas grandes cestas con tapa son un buen recurso para aumentar la capacidad de almacenaje en el dormitorio.
En las habitaciones infantiles y juveniles su papel en el mantenimiento del orden puede ser fundamental. Es una forma estupenda de que los niños tengan sus juguetes ordenados.
En tu zona de trabajo y manualidades también te irán genial para tener todos tus elementos de trabajo bien ordenados.
Pero no queda aquí la cosa ya que podemos usar las cestas en otros espacios de la casa como los cuartos de baño y la cocina.
Una gran cesta como esta adosada a una isla por ejemplo o junto a la encimera nos permite guardar esos grandes accesorios que usamos poco de forma estética.
Y si las colocamos en armarios abiertos podemos usarlas a modo de cajones.
En el cuarto de baño las cestas pequeñas son un gran recurso para las estanterías. Aumentamos la capacidad de almacenaje y al tiempo mejoramos la estética.
Y qué decir del cuarto de lavado, aquí las cestas cumplen un gran papel, fundamental podríamos decir.
En cualquier cuarto de baño van a quedar bien un par de cestas como las que vemos aquí y te permitirán tener las toallas limpias y echar la ropa sucia.
Hablamos de cestas en general pero hay tantos diseños, tipos y tamaños que seguro se acoplarán a cualquier espacio y necesidad.
Otro ejemplo finalmente de uso de cestas en el recibidor donde igual pueden servir para guardar zapatos que paragüas o lo que sea.
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Podríais poner dónde se pueden comprar las cestas que vienen en este artículo, por favor?