El futuro ha pasado de ser una fantasía a convertirse en una realidad. El futuro ya está aquí y cada vez son más las casas diseñadas y decoradas con un estilo claramente futurista, que anticipan la idea de un mundo dominado por la última tecnología, la amplitud de espacios y los interiores de aspecto minimalista, como veremos a continuación.
En este ático en Sydney (Australia), diseñado por MPR Design Group, predominan las superficies vanguardistas y una geometría de espacios cercana al art decó. Los protagonistas indiscutibles son los materiales metálicos, realizados en un tono blanco brillante que resalta la belleza del conjunto. En el interior nos encontramos con un espacio diáfano, donde destacan los muebles de corte rectangular y funcional, además de grandes ventanales que permiten contemplar las puestas de sol.
La firma española A-Cero propone, por su parte, este diseño ultra-moderno que apuesta por una decoración elemental en blanco y negro, con este efecto de sencillez y elegancia que podemos observar en las fotografías inferiores. El concepto de la casa es el de crear un espacio abierto, a modo de loft, dando paso a los distintos ambientes e integrándolos poco a poco. Las puertas han sido ligeramente redondeadas y el techo y las escaleras diseñadas con un toque en la línea de relato de ‘ciencia ficción’. En cuanto a la iluminación, ésta ha sido incorporada tanto en el techo como en las paredes. La cocina cuenta con electrodomésticos de última generación, en acero inoxidable, integrados en encimeras y armarios rematados en blanco.
Por último, nos encontramos con este apartamento en San Francisco (California), diseñado por el arquitecto Craig Steely (ver última fotografía). Se trata de un espacioso loft situado a gran altura, con una terraza al aire libre que bordea el salón y ofrece magníficas panorámicas de la ciudad y de la bahía. En el interior se juega con una luz ambiental para crear un efecto futurista y moderno, acentuado por la ausencia de elementos decorativos y la integración de una pantalla de luz en el medio. La decoración, en colores crema, anaranjados y blancos, potencia aún más esa sensación de irrealidad, de estar en mitad de un sueño, a bordo de una nave espacial.
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