El estilo decorativo japonés, tradicional o actual, tiene muchas virtudes que si sabemos trasladarlas a nuestro hogar nos permitirán disfrutarlo más y mejor. No son tanto detalles decorativos sino más bien actitudes vitales del pueblo japonés las que nos pueden enseñar a aprovechar mejor el espacio y sobre todo a sentir una mayor paz y serenidad cuando estemos en casa.
- Mantener la limpieza de líneas. El estilo japonés se caracteriza precisamente por el uso constante de líneas rectas y sencillas, sin florituras ni recargamientos. Minimalismo zen que se suele decir.
- Aprovechar los espacios. En Japón las viviendas, sobre todo en las grandes ciudades, son muy pequeñas. Pero se las ingenian muy bien para que cada espacio cumpla más de una función.
- Introducir un poco de naturaleza. Los materiales naturales y las plantas crean un entorno de calma en un espacio artificial. Las plantas, las piedras, las fuentes de agua y cualquier otra referencia a la Naturaleza crea una gran sensación de paz en el hogar.
- La importancia del recibidor. La mayoría de viviendas japonesas cuentan con un espacio dedicado a recibir a las personas de la casa y visitantes. Se trata del genkan que puede ser desde un porche hasta una sencilla esterilla y sirve para que la gente se quite el calzado de calle y se ponga el de casa. Es un espacio muy importante, sea cual sea su tamaño, que constituye la transición entre el exterior y el interior.
- El uso del suelo. Lógicamente en un espacio reducido y con pocos muebles el suelo adquiere gran importancia. Con almohadas, esteras y alfombras se puede aprovechar gran parte del suelo para sentarse sobre todo si contamos con mesas bajas.