Los pequeños detalles en la decoración son un acierto. Brillan en cualquier estancia de la casa y, muchas veces, una simple nota de estilo sirve para definir un espacio y modificar nuestra percepción del entorno. Son pequeñas soluciones para personas imaginativas y con muchas ganas de innovar, probar estilos distintos y crear nuevos escenarios en una misma vivienda.
Hemos elegido las tazas de porcelana por su indudable encanto. Además de este encanto doméstico decorativo, son objetos cotidianos cuya sola presencia revive muchas sensaciones, desde la delicadeza de tiempos pasados al costumbrismo de la hora del té o del café. Los juegos de tazas nos evocan reuniones de antaño en las que la gente se reúne al calor de una humeante taza a conversar y tomar pastas u otros dulces de repostería.
Son muy adecuadas para salones y comedores de estilo rústico romántico, estilo escandinavo o nórdico y lugares con aires vintage. Las tazas pueden reposar en múltiples rincones, desde centros de mesa o mesitas auxiliares, hasta aparadores, estanterías y vitrinas. Podemos llenarlas de detalles como adornos florales, velas aromáticas o piedrecillas, o tenerlas, sin más, en exposición.
Fotos: decoratualma.com; decoracion.in