El minimalismo es uno de los estilos decorativos más importantes del siglo XX y en la actualidad se ha vuelto muy popular tanto por lo práctico que resulta para vivir como por lo fácil que es añadir cualquier acento para personalizarlo. No estamos hablando ya del exagerado minimalismo de hace una década o dos sino de un nuevo minimalismo que admite muchas variaciones.
El estilo en la actualidad actúa a modo de lienzo en blanco sobre el que podemos añadir los acentos brillantes que cada uno desee. Una obra de arte, un mueble característico o cualquier objeto decorativo destacará sobremanera en una decoración minimalista.
Añadir complementos de color crearán un contraste muy atractivo y no necesitaremos para ello una gran paleta de color, simplemente con uno o dos colores conseguiremos que la decoración resulte más atractiva y divertida. Es lo bueno de trabajar con una base neutra que simplemente con unos toques de color tomará una gran personalidad.
Una habitación en estilo minimalista puede resultar un tanto fría pero desde luego es súmamente práctica, nada nos perturba ni molesta. Y sólo con añadir un acento brillante que puede ser desde un objeto decorativo hasta un simple ventanal que nos permita disfrutar de un magnífico paisaje se convertirá en un lugar práctico y a la vez acogedor y relajante.
La cocina es otra de las estancias de la casa que se aprovechan muy bien en este estilo. Las líneas rectas y las superficies llanas son toda una invitación al uso de la cocina. El acento se puede dar con una zona de estar cómoda y práctica con un poco de color y una buena iluminación natural.
El minimalismo hoy en día no tiene que ser un estilo frío e impersonal, al contrario podemos y debemos personalizarlo a nuestro gusto con acentos brillantes que conviertan la estancia en un lugar más atractivo y vivible.
Fotos: interior-dsgn.com