El interiorismo turco trata de establecer un equilibrio entre los opuestos, combina lo duro con lo suave y los colores antiguos con los modernos. La idea predominante es la de conseguir siempre la armonía. La manera ideal de conseguir objetos decorativos turcos, obviamente, sería darse una vuelta por el Gran Bazar de Estambul, pero siempre lo podemos sustituir por una búsqueda en tiendas online.
Un ejemplo típico de sala de estar al estilo turco, una integración de distintos elementos decorativos de uno y otro lado del Mediterráneo, Grecia, Turquía, Francia; un ir y venir de influencias decorativas que se han producido a lo largo de la historia.
Como decíamos antes, si podemos hacer una escapada al Gran Bazar encontraremos allí más de 4500 tiendas donde podemos encontrar absolutamente de todo. Pero a través de internet podemos encontrar muchas soluciones decorativas para aportar un aire turco a nuestra casa.
Las alfombras son el elemento más clásico, las famosas alfombras turcas con sus mezclas de color aportan un toque de exotismo al hogar. También se pueden conseguir alfombras antiguas renovadas con nuevos colores.
Las almohadas turcas son otra alternativa para la decoración. Si no podemos alcanzar una alfombra turca siempre podemos conformarnos con las almohadas, mucho más económicas.
Las toallas turcas son también una buena opción decorativa y las podemos usar de muchas maneras. Desde la propia función de secado hasta usarlas como cortinas, manteles y mantas de sofá.
Boles y escudillas diseñadas con mil y un motivos en vivos colores. Son una bonita aportación para una estantería o una cómoda, lanzarán un estallido de color y se convertirán en un punto focal interesante.
Fotos: blog.styleestate.com