Una forma de añadir contraste a la decoración de cualquier estancia es dando vida a las puertas. Podemos elegir cualquier color vibrante que nos de un toque de alegría, que rompa la monotonía de color de las paredes y los muebles. Además se puede combinar con pequeños objetos o elementos decorativos en el mismo color lo cual colabora a crear un ambiente conjuntado.
Por ejemplo esta cocina decorada en tonos neutros, blanco es el predominante en paredes y muebles, se anima grandemente con la puerta cristalera en rojo brillante. Se complementa con el frutero y los cuadros también en colores vibrantes y complementarios.
En la imagen del recibidor vemos también como se puede crear todo un contínuo con el color de la puerta, amarillo en este caso y distintos objetos decorativos en el mismo tono.
Hay múltiples recursos para que las puertas se inserten en la decoración, no sólo pintarlas del mismo color general, arriba las puertas correderas combinan con el mueble aparador. Otro recurso más llamativo es combinar el frontal de la puerta en un color y los perfiles en otro.
Como veis hay múltiples formas de hacer de las puertas un recurso decorativo. Sobre todo si las combinamos con otros elementos en el mismo color. La puerta de entrada en color chartreusse rompe un poco la uniformidad blanca y de madera oscura, la puerta de granero en rojo brillante es toda una llamada de atención. La puerta color turquesa con todo el conjunto a juego, estantería y repisa de la ventana crea un ambiente luminoso y encantador.
Es una nueva tendencia a observar y que puede dar buenos resultados a la hora de crear ambientes más alegres y divertidos. Son colores vibrantes y luminosos que convierten a las puertas de interior, un tanto anodinas de por sí, en elementos integrados e integradores de la decoración general.
Fotos: design-milk.com