Dos estilos completamente diferentes a veces pueden complementarse de manera sorprendente. Un ejemplo es la combinación entre elementos rústicos y modernos que se utiliza a menudo en el diseño de interiores para crear espacios cálidos y acogedores. Este apartamento de Via Sistina en Roma, Italia, ofrece un cóctel maestro de ambos elementos.
El diseño de esta remodelación, realizada en 2015, es obra de Serene Romano. Es una decoración agradable basada en una combinación de tonos neutros, entre los que tienen gran presencia los tonos tierra.
Los materiales y acabados utilizados en todo el apartamento le otorgan mucho carácter manteniendo un hermoso vínculo entre los estilos. La característica más notable es la serie de muros de piedra que definen cada una de las habitaciones del apartamento. En la sala de estar este elemento juega un papel especialmente relevante..
Estas paredes originales se complementan con simples porciones blancas y vigas de madera acabadas en marrón oscuro. El suelo de madera completa la decoración siendo el vínculo perfecto entre lo moderno y lo rústico. Una decoración minimalista en la que destacan pequeñas notas de color como la silla tapizada en terciopelo rojo.
La cocina y el comedor comparten el mismo espacio. Es una habitación espaciosa pero no especialmente grande. Los armarios blancos, en acabado brillante, ofrecen un gran espacio de almacenamiento y ocultan los grandes electrodomésticos. La madera y la piedra siguen siendo una nota característica de su decoración.
Una sencilla mesa con sillas Eames llena el centro de la cocina. Dos lámparas colgantes señalan la zona de comedor. La mesa es en realidad una extensión de la pequeña isla en la que se encuentra el área de fuego y un poco de almacenaje.
Y justo entre los acabados modernos en blanco liso y las centenarias paredes de ladrillos y piedra nos encontramos con algunas paredes decoradas con pintura marmoleada. Un paso intermedio entre ambos acabados.
Un ambiente tranquilo y relajante define el dormitorio. La paleta de colores terrosos blanco, beige y una amplia gama de marrones se completa aquí con una llamativa silla azul. La pared de la cabecera de la cama tiene un diseño único con una original combinación de piedra y ladrillo.
Las ventanas desnudas dejan pasar una buena cantidad de luz, luz que se complementa con un buen número de puntos de luz artificial.
El segundo dormitorio comparte características muy similares. Un elemento interesante aquí es la cómoda que, si es necesario, puede actuar también como escritorio. La puerta también es muy interesante con sus grabados y su apariencia de rústica elegancia.
El apartamento tiene dos baños. Uno de ellos es un baño con ducha y una paleta cromática basada en el gris. Accesorios como una escalera de madera que sirve de colgador para la toalla o un marco de espejo escultural le dan un carácter muy especial.
El mueble del lavabo está colgado en la pared y los azulejos en tres tonos forman un fondo limpio y luminoso. Por la parte superior de la pared vemos asomar la vieja pared que nos recuerda en todo momento la carga histórica del apartamento, su pasado que no se oculta del todo.
El segundo baño combina detalles de último momento como son los azulejos hidráulicos con la vieja pard de piedra, aquí mucho más visible que en el anterior cuarto de baño. Un gran espejo ayuda a crear una buena sensación de amplitud que se complementa con el mueble del lavabo colgado de la pared.