Apartamentos con paredes especiales

Las clásicas paredes de pladur o gotelé están dejando paso a una nueva generación de interiores más especiales. Las paredes de estas viviendas aspiran a un nuevo concepto de arquitectura, a romper con el temor de lo diferente y crear escenarios distintos con una belleza que va de lo rústico a lo contemporáneo.

Paredes de ladrillo visto: este tipo de construcción es muy habitual en el exterior de los edificios urbanos. Pero, ¿qué ocurre si esta tendencia se traslada al interior de las viviendas? Pues que tenemos como resultado estampas tan genuinas como las que aquí vemos. El primer apartamento resulta muy moderno: ladrillo visto en blanco, para un estilo de vida metropolitano y muy actual. En su cara más natural, sin pintura, el revestimiento de ladrillos de estas características es más usado para espacios con tendencias rústicas, si bien no dejan de poseer cierto grado de contemporaneidad. ¿Imaginas las paredes de tu dormitorio revestidas con ladrillo? La verdad es que el resultado es bastante auténtico.


Paredes de madera: avanzando por otros materiales, encontramos paredes revestidas de madera, de una belleza insólita y muy hogareña. El resultado son interiores que se adaptan a estilos muy diversos: decoraciones minimalistas, estilos de interiores clásicos, o diseños más renovados, donde la madera se convierte en el elemento estrella. Estamos ante superficies muy inspiradas, llenas de naturalidad y muy acogedoras. El corcho es otra opción también muy personal, y además es un buen aislante tanto térmico como acústico.



Vidrio: el vidrio y el cristal funcionan más como separadores de ambientes y juegos lumínicos cuando queremos crear un ambiente natural y relajado. Este tipo de cubrimiento es muy adecuado para cuartos de baño, rellanos de escaleras y cocinas. Pero su belleza también es indudable y muy actual.

Para terminar, nos quedamos con estos revestimientos rústicos formados por troncos de árbol y piedra, para espacios más atrevidos, para cuando queramos huir de lo habitual y rodearnos de superficies con texturas tan peculiares y personales como éstas.



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