Nos hemos acostumbrado a ver este tipo de asientos alargados en parques o por la calle, pero también se les puede dar un uso doméstico y sacarles un gran partido como un accesorio más. Es algo que muchos de vosotros seguro que ya habéis probado en vuestras propias casas. Y es que los bancos pueden ser un excelente complemento decorativo dada su naturaleza multifuncional.
Se pueden usar bancos para vestir espacios interiores o exteriores, para usar como pieza decorativa sin otra función, o para darles un uso práctico en distintas estancias de la casa. En los recibidores de estilo rústico es muy habitual encontrarse con un pequeño banco de madera que hace las veces de asiento y de lugar para almacenar el calzado o los paraguas.
Este tipo de asientos pueden ser un estupendo lugar extra, o bien el lugar de asiento habitual en un pequeño comedor o sala de estar. En este sentido, son muy prácticos en estilos como el shabby chic, en ambientes vintage, rústicos, clásicos o con un toque retro. Con un toque más modernista, además, pueden ser excelentes piezas decorativas.
Aquí tenemos un ejemplo de cómo aprovechar los asientos tipo banco para decorar un práctico comedor, aprovechando todo el espacio disponible al máximo:
En los espacios exteriores, los bancos de madera suponen el mejor complemento para amueblar jardines, patios y terrazas. Con ellos, los ambientes claramente rústicos se ven beneficiados, consiguiendo un encanto mucho más natural.
Con una mano de pintura, los vamos a convertir en discretos muebles-accesorio para crear magníficos rincones de descanso.
Fotos: arqhys.com