El equipo de diseño de Chango & Co. de Nueva York se planteó el proyecto decorativo para esta atractiva y divertida casa en la playa de una forma diferente y original. Desde luego no es la típica casa de playa con su decoración basada en colores y objetos de aire marinero, donde los azules y los blancos marcan la pauta. En cambio en esta casa sí que hay blancos pero ni un solo toque de azul.
La luz es la gran protagonista en la decoración de toda la casa. Toda esa luz natural que la baña se ve multiplicada por esos toques amarillos y naranjas que están repartidos por la casa.
Está decorada en un estilo contemporáneo con piezas de diferente origen y estilo. El nexo de unión es la diversión, aunque el color predominante es el blanco encontramos motivos frutales en el comedor así como en una de las habitaciones infantiles.
Estas sillas altas pintadas en amarillo producen un brillo espectacular en la decoración de la cocina blanca. Un lugar muy especial para el desayuno familiar.
En la cocina se ha reservado un rinconcito para el bar, una idea muy importante para reunir a la familia y los amigos en la cocina tras un día de playa.
En la sala de estar se realza la decoración con ese par de preciosos sillones de madera contrachapada e hilos de colores con su mesita auxiliar a juego.
Un pequeño comedor se encuentra junto a la sala de estar y parece reservado para los desayunos o las reuniones más informales. Combina distintos asientos, sillas diferentes y un banco con estructura metálica.
En el recibidor sí que se respira ese aire playero, el banco con espacio para las toallas y los ganchos de madera y cuero para colgar albornoces y sombreros tienen un aire desenfadado.
El cuarto de baño con esta increíble colección de pequeños espejos con marcos multicolor es un buen representante del espíritu que anima esta decoración.
El dormitorio principal con una increíble cama de flores estampadas y muebles estilo años 50 destaca por sus paredes limpias y despejadas.
Los pequeños espacios de conexión entre las estancias siempre tienen algún toque especial. La sala de juegos es todo un paraíso para que los pequeños se lo pasen bien en los días de mal tiempo.
Otro encantador rinconcito con bonitas obras de arte y coloridas, faltaría más, así como una curiosa silla de aire medieval.
Una de las habitaciones infantiles destaca por la decoración de las paredes con triángulos negros y la flotilla de aviones que cuelga del techo.
Otra, más femenina, destaca por las rodajas de sandía que decoran la pared y la ropa de cama en rosa, amarillo y blanco.