La belleza de la madera rústica, sin pulir, es una idea brillante para crear nuestros comedores de exterior. Jardines, patios y galerías son el escenario perfecto para albergar estas mesas de auténtico estilo rústico, muy bien acompañadas por sillas y banquetas del mismo material o similar. Os presentamos algunas ideas para que las comidas y cenas al aire libre tengan un encanto único protagonizado por la madera en estado puro.

Gracias a la consistencia y apariencia de la madera, estas mesas se mimetizarán con el entorno sin mucho esfuerzo. Mesas naturales junto a la maleza de nuestros jardines y patios. La belleza de estos muebles, como decimos, está en ese encanto tan natural que muestran, con superficies desvencijadas de innegable efecto vintage. Son estupendas para esas ocasiones en que los encuentros al aire libre necesitan de un escenario muy especial, cien por cien natural.

Aprovechemos esos muebles que tenemos un poco raídos, en los que el paso del tiempo es tan visible, para convertirlos en protagonistas absolutos de exterior. Además, este tipo de mobiliario antiguo cuenta con una ventaja extra, y es que suelen ser amplios, robustos, con una superficie y textura ideal para albergar grandes reuniones alrededor. En muchas ocasiones ni siquiera necesitaremos emplear mantelería, nos bastará con pequeños manteles individuales o directamente dejar la mesa sin cubrir, dando un aspecto más campestre. Pero esto es siempre opcional, depende de cómo queramos agasajar a nuestros invitados o si la naturaleza de la propia reunión o evento lo necesita.


Como complemento decorativo para estas mesas, lo mejor es optar por elementos igual de sencillos. Esto nos permitirá realzar el confort natural de estos ambientes al aire libre. Farolillos para iluminar, regaderas como decoración y centros florales minimalistas darán a las mesas y escenarios ese suplemento decorativo natural que les va como anillo al dedo.

Fotos: homegue.com

Te puede interesar: