Los bancos en el jardín son algo más que un mueble de asiento ya que cumplen también un papel decorativo y estructural. Son un buen elemento para mejorar el paisajismo de nuestro jardín de una manera nueva e interesante. Vamos a ver algunos ejemplos y los iremos comentando.
Instalar un banco bajo un árbol siempre es una buena idea. Nos ofrecerá un lugar sombreado e integrado con la Naturaleza, sobre todo si nos decantamos por un ejemplar como éste.
Inspirarnos en el entorno para conseguir un diseño bien integrado es fundamental. Aquí se decantaron por un modelo rústico semicircular sobre arena blanca.
Los cojines cuentan además con fundas que recuerdan al césped que circunda al banco.
La madera es un material excepcional para la construcción de un banco de jardín. Éste hecho con vigas de madera resulta natural y muy resistente.
Se complementa además con algunos módulos auxiliares y se suavizan sus formas con almohadas de colores.
Para conseguir un ambiente fresco y natural nada como tener el banco rodeado de una frondosa vegetación.
El banco se puede construir desde cero o aprovechando una construcción anterior como es un murete o una jardinera.
La piedra es otro material impresionante para la construcción de un banco espectacular.
Nos permite decoraciones más o menos rústicos o al contrario refinadas al máximo. La piedra es un material natural sólido e inalterable. Además la pátina que va tomando con el tiempo es insuperable.
La fronda puede cubrir una parte del banco pero es importante que al menos un lado nos permita su uso durante todo el año. La grava o los enlosados nos permitirán sentarnos en nuestro banco sin embarrarnos.
El cultivo de plantas aromáticas junto a nuestro banco de jardín aumentará nuestra experiencia. No sólo podremos sentarnos a disfrutar de la vista sino también del aroma.
Los colores y las formas son otros aspectos con los que añadir interés a nuestro banco.
Este fantástico banco nos ofrece unas interesantes líneas curvas y nos permite cultivar plantas aromáticas y coloridas para mejorar nuestra experiencia.
En lugares cálidos, sobre todo, instalar el banco cerca de un estanque o fuente nos añadirá una gratificante sensación de frescor. Y auditiva si se trata de un fuente que nos permita disfrutar del sonido cristalino del agua.
Le podemos dar tanta privacidad como queramos aprovechando para ello la estructura arquitectónica de nuestro jardín o usando grandes plantas para ello.
Una gran jardinera con un borde lo suficintemente ancho puede usarse también como banco de jardín.
Este banco de madera situado al final de un camino del mismo material se convierte en un elemento estructural de gran interés para este jardín.
Otra genial idea es reutilizar viejos objetos para la construcción de nuestro banco de jardín. En este caso se hizo a partir de una vieja embarcación.
El metal es otro material ampliamente usado para la construcción de bancos de jardín.
Aunque los bancos se pueden instalar en cualquier zona del jardín es normal reservarlos para el fondo del mismo.
El hormigón, tan de moda actualmente, es un material excelente para un banco de jardín. Encajará perfectamente en un jardín de estilo minimalista.
Los viejos bancos de madera son ideales para un jardín romántico o de aire bohemio.
Aunque no imprescindible, el respaldo en un banco siempre resulta aconsejable.
Un banco escondido en un rinconcito de nuestro jardín se transforma de inmediato en un elemento mágico y tremendamente atractivo.