¿Estáis buscando un nuevo aire para vuestro cuarto de baño y aún no os habéis decidido por un estilo? Quizá no sea algo muy habitual en una vivienda contemporánea común, pero desde luego es una opción más a tener en cuenta, sobre todo para aquellos que se hayan cansado un poco de ver siempre lo mismo y les apetezca un nuevo reto. ¿Por qué no decorar al estilo Art Decó?
Este estilo surgió a principios del siglo XX como una tendencia modernista con cierta atracción hacia el barroquismo, es decir, a los ambientes un tanto recargados. Se caracteriza por el uso de las líneas geométricas y por la simetría, algo que puede favorecer nuestro baño si logramos encontrar ese equilibrio adecuado, sin abusar de ninguno de estos elementos, pero añadiendo una inspiración Art Decó y probando a renovar el aseo con este estilo.
Son ambientes con un gusto muy claro en el empleo de elementos y accesorios metálicos, ya sea bañados en oro o en bronce o de apariencia metálica. Abundan los espejos amplios de cuerpo entero y los dobles espejos, las mamparas de cristal con rebordes o incrustaciones metálicas, las baldosas estilo ajedrez o con mosaicos geométricos.
Se llevan también las paredes de ladrillo visto, especialmente en blanco. El uso de este color combinado con negro es uno de los aciertos más característicos del Art Decó. Pero el empleo de otros tonos, como un azul claro, puede llenar el baño de luz sin perder esta esencia tan marcada.
Un estilo moderno donde tenga cabida una pieza más clásica como una bañera antigua puede ser el mejor golpe de efecto para crear ese ambiente exclusivo, ligeramente caprichoso.
Otra idea genial es la de colocar algún objeto de arte, por ejemplo un cuadro cubista o una escultura, e incluso una lámina gigante de la década de 1920, en un concepto decorativo tan especial como poco explorado. ¿Os atrevéis…?
Fotos: filesluxury.com ; artdecodesign.info