Construida sobre un pequeño terreno rodeado de verde, esta majestuosa casa edificada en Suiza se beneficia del entorno tan idílico y propio de la geografía del lugar. Su impresionante fachada ya da una idea de lo que nos vamos a encontrar dentro: mucho estilo y amplitud. La vertiginosa altura que tiene, con cuatro plantas, hace de esta casa una vivienda privilegiada, ya que hay hasta tres terrazas a distinta altitud.
En el recinto, muy verde gracias a la espesa vegetación, hay una piscina y un pequeño terreno recubierto con tablones de madera. Una bella escalinata da paso a la vivienda desde un comedor exterior de estilo rústico.
Dentro de la casa encontramos un espacio realmente amplio y diáfano. La cocina y el comedor están conectados en una misma zona, aunque diferenciados espacialmente. La madera y el blanco se complementan, creando un interior cálido y acogedor. La decoración es sobria y contemporánea, no hay nada que falte ni, tampoco, que sobre. Estamos en un interior muy equilibrado, ideado para relajarse al máximo y perderse en una de sus innumerables estancias. Destaca la impresionante cristalera desde la que se ven los bellos árboles exteriores.
La luz natural es indispensable en esta casa, realzando cada uno de sus recovecos. El espacio vacío hace aumentar sus dimensiones y crea una atmósfera de tranquilidad absoluta. Un entorno inigualable tanto por fuera como por dentro.
Fotos: blazzinghouse.com
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una de pocas...las casas suizas parecen cada vez mas japonesas,,