La arquitectura de estilo industrial continúa conquistando con sus espacios amplios y su estilo inconfundible. Lofts, espacios para trabajo y coworking, tiendas… son muchos quienes cambian la clásica vivienda de paredes de pladur por las de ladrillos vistos, columnas o vigas de acero y, en general, diseños industriales un poco extravagantes.
Para huir de esa aparente frialdad que tienen los espacios industriales, y huir también del miedo al vacío (a menos que apostemos sin dudar por un aspecto minimalista), una buena idea es introducir colores vivos en estos espacios.
La propuesta se basa en usar complementos a todo color, accesorios que desprendan una energía única, con colores eléctricos donde no falten los rosas, azules cián, verdes, naranjas, rojos y amarillos. Pero pueden ser muchos más.
Desde un póster en la pared, un juguete en la alfombra, un libro con portada amarilla sobre una mesa de cristal… las variables son infinitas para aportar coloridas pinceladas y hacer de estos lugares nidos más cálidos, más agradables para vivir en ellos, con un ligero toque pop.
Tampoco podemos olvidar una opción clásica para todos los gustos, la de pintar las paredes de cada espacio con una gama distinta de color. Un color enérgico, que domine el espacio y atraiga las miradas, irradiando luz.
Es lo que vemos en estas propuestas, un loft de estilo industrial camuflado con electrizantes tonos, mosaicos en la pared, láminas a todo color, y mil detalles más que dan el aporte definitivo hacia la magia y el encanto de los interiores decorados con esmero.
Fotos: prohandmade.ru