Dominada por una amplia gama de colores enérgicos, la de esta casa en Dinamarca es una buena muestra de cómo alegrar el interior de una vivienda de un modo sencillo pero eficaz. Para ello sus dueños, una familia francesa encabezada por la gran amante de la decoración Charlotte Gueniau, decidieron llevar a cabo su sueño de pintar de colores su vivienda, transformando así todos los espacios interiores en estancias más alegres.
En algunas habitaciones se optó por dejar las paredes al desnudo y en blanco, haciendo de los espacios lugares más amplios gracias a la altitud de los techos. En estos casos, el colorido recae en los muebles. Principalmente son muebles con un toque antiguo a los que se les ha dado una mano de pintura en tonos muy bien escogidos. Desde la energía de un rojo a la alegría de un rosa o el romanticismo de un azul turquesa, la vivienda se transforma en un paraíso para los sentidos.
En otras ocasiones, las paredes son la gran fuente de color de los espacios, creando atmósferas sutiles e inspiradas. A la belleza de un azul turquesa se le suma el cromatismo de otros muebles y accesorios, desde ropa de cama hasta accesorios como cojines. Los estampados florales de estos complementos y de las alfombras ponen el contrapunto de magia al ambiente.
El ambiente en el comedor se ha enriquecido elegantemente mediante el colorido de los accesorios, encabezados por esas lámparas colgantes en un precioso azul.
En la cocina también encontramos este recurso, dando lugar a un maravilloso espacio donde destaca una pared de mosaico en turquesa. Cada detalle está elegido con mucho cuidado, creando una sensación absoluta de fantasía muy acogedora.
El dormitorio es otro espacio inspirado, en esta ocasión en blanco y rojo con algún matiz en azul y rosa. Inspirativo y mágico.
Fotos: marieclairemaison.com