Si eres ese tipo de persona a la que familiares, amigos y conocidos suelen recurrir constantemente para que les asesores en temas de diseño de interiores puede que en alguna ocasión te haya pasado por la cabeza la idea de dedicarte profesionalmente al mundo de la decoración. Si es así o conoces a alguién que cumpla ese perfil te interesará leer este artículo. Una persona con sensibilidad artística, habilidad para combinar colores, capacidad para trabajar con volúmenes y proporciones tiene la base fundamental que con unos pocos conocimientos que puede adquirir en muy poco tiempo para dedicarse profesionalmente al diseño de interiores.
Lo más importante junto a ese talento natural del que hemos hablado es que te guste la decoración y que te guste el trato con la gente. Ten en cuenta que trabajas con personas, el diseñador no se ocupa de crear decorados sino de crear ambientes habitados por personas. En cualquier momento de tu vida puedes descubrir esta vocación y lo primero si quieres dedicarte profesionalmente a ella es que realices algún curso o ciclo formativo relacionado con él. También es interesante que leas y sigas revistas, blogs, conferencias y seminarios relacionados con el tema.
Tras ese tiempo imprescindible de formación puedes optar por establecerte como profesional autónomo o entrar en alguna empresa dedicada a la decoración de interiores. El primer camino es difícil y precisarás de una buena red de contactos personales y un buen colchón económico para amortiguar tu primera etapa como profesional poco conocido. En cambio trabajar para un decorador reconocido o una empresa importante te ayudará a conocer esas pequeñas cosas relacionadas con cualquier profesión y que no se aprenden en ninguna escuela. También te ayudará a adquirir soltura y establecer tus primeras relaciones tanto con clientes como con otros profesionales.
Por una vía u otra debes adquirir tu propio estilo, decidir qué es lo que más te gusta de este mundo y concentrarte en ello hasta conseguir un conocimiento profundo. No se puede abarcar todo y aunque un profesional de la decoración debe conocer todo lo relacionado con ese campo es inevitable especializarse en alguna rama concreta. Pero lo fundamental es adquirir un estilo personal que te diferencie y haga tu trabajo reconocible. Obviamente esto no se adquiere en unos pocos meses, es una labor que requiere de mucho esfuerzo y dedicación. Y tiempo, no debes tener prisa en cumplir tus objetivos pero sí en definir correctamente esos objetivos.
Después hay muchas cosas más que en su mayor parte son comunes a todas las profesiones autónomas, cómo trabajar el tema financiero e impositivo, cómo establecer una buena red de contactos, cómo gestionar tu tiempo, cómo elaborar las presentaciones, cómo preparar los contratos y el establecimiento de tus honorarios. En definitiva todas esas necesidades que un emprendedor debe cubrir antes de dedicarse a lo que realmente le gusta.
Fotos: freshome.com
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Me instruyó mucho con esta gran pagina