Decorar una oficina es un proceso tan complejo como creativo. Por eso, una buena planificación antes de iniciarlo nos evitará posteriores quebraderos de cabeza ¿Qué tipo de muebles voy a instalar? ¿Qué equipos necesito? ¿Cómo estarán más cómodos los empleados? Son algunas de las preguntas que nos debemos plantear antes de comenzar a comprar y distribuir el material y a las que queremos ayudar a responder en estos 5 sencillos pasos para decorar una oficina.
¿Qué tipo de decoración es la más adecuada para nuestra empresa? Aunque los lugares de trabajo han tenido tradicionalmente una decoración muy neutra y estandarizada, cada vez son más los negocios que apuestan por personalizar el espacio de trabajo para crear un efecto más favorable, tanto en los clientes, como en los trabajadores.
Los tipos de decoración más comunes para las nuevas oficinas son el estilo minimalista- con grandes ventanales, amplios espacios de paso y muebles utilitarios- y el moderno- con pinceladas de color y muebles con personalidad.
Si contamos con un espacio amplio para la oficina, no habrá problemas, puesto que podremos comprar los muebles sin tener que estar tan pendientes de sus medidas. Sin embargo, en la mayoría de espacios será necesario tener en cuenta las medidas de la sala para adquirir el mobiliario más apropiado, ya que en ocasiones hay que ahorrar espacio.
Un error muy común en las oficinas es no tener en cuenta que el almacenaje será necesario. Incluso las empresas que trabajan la mayor parte del tiempo con ordenadores tendrán que tener los muebles apropiados para guardar documentación y material de oficina.
En este caso, recomendamos las estanterías cromadas, ya que son modulares y cumplen, al mismo tiempo, la función decorativa y práctica. Las estanterías de acero cromado son perfectas para el almacenaje de documentos, objetos apilados y material, ya que son capaces de resistir un importante peso por balda sin comprometer su aspecto sofisticado.
Una vez escogidos los muebles es el momento de “dar vida a la oficina”. El espacio de trabajo no tiene que ser por definición un lugar gris y uniforme, sino que es una buena idea dotarlo de elementos decorativos que creen un entorno mucho más confortable. A ésto nos pueden ayudar:
Y por último, pero no menos importante, la oficina debe ser un lugar de trabajo agradable para los empleados. Una buena idea es tener en cuenta los muebles ergonómicos, para que los trabajadores no sufran lesiones vinculadas al esfuerzo repetitivo. La silla es probablemente el mueble ergonómico más popular, pero también se diseñan mesas y complementos como los reposapies, el soporte lumbar o accesorios para el ordenador.
En la misma línea, a la hora de habilitar una oficina una idea muy recomendable es incluir un lugar de descanso, donde la decoración puede ser mucho más creativa. Puedes incluir puffs, juegos recreativos, un espacio para el almuerzo y, en definitiva, ¡dejar volar tu imaginación!