Cómo elegir el mejor suelo vinílico para tus necesidades Artículo Publicado el 15.02.2023 por Flavia
El suelo vinílico, también conocido como suelo de PVC o sintasol, es un suelo sintético duradero, asequible y fácil de instalar. A menudo suele confundirse con otros tipos de pisos, como el linóleo y los pisos laminados. El suelo vinílico, las lamas vinílicas o las losetas vinílicas son cada vez más populares debido a su versatilidad, capacidad para soportar ambientes húmedos y su atractiva y realista apariencia de tablones de madera y/o piedra.
Antes de escoger un suelo vinílico, es fundamental tener en cuenta el uso y la función que le vayas a dar a ese espacio, así como también el estilo y el presupuesto. Cabe destacar que los suelos vinílicos se encuentran en muchas texturas, colores y estilos que combinarán con cualquier habitación. Los pisos de vinilo vienen en baldosas, láminas y tablones. También es una gran opción para baños, cocinas y lavaderos, ya que no se manchan y resiste a la humedad y las salpicaduras.
Muchos suelos presentan inconvenientes para ser reemplazados, mientras que los suelos vinílicos autoadhesivos son más fáciles de instalar. La variante adhesiva de suelo de vinilo cuenta con un grosor de 2 mm, y la de click alcanza los 5 mm.
Una vez que instales el piso vinílico, tus pies te lo agradecerán, pues ya no pisarás nada frío al levantarte. Esto es porque el suelo de vinilo es un excelente conductor del calor compatible con calefacción por suelo radiante. Sin embargo, de cara al verano, no es un suelo que se caliente demasiado como para ser molesto.
Por otra parte, los suelos vinílicos poseen un sistema multicapa que absorbe los ruidos, por lo que ya no escucharás más a los vecinos ni ellos a ti.
Además de ser un aislante térmico y acústico, es también resistente al tráfico elevado, pues puede tolerar cargas pesadas sin siquiera rasguñarse, rayarse o arañarse. Su estructura de relieve sincrónico iguala la textura del material que imita.
Hay dos tipos de suelos de PVC: flexibles y rígidos. Los flexibles son continuos o en rollo y tienen un espesor de 1 a 3.8 mm y ofrecen una capa de uso de 0.2 a 0.3 mm, siendo utilizado, generalmente, en ámbitos domésticos. Los rollos pueden venir de 2, 3 y 4 m de ancho y los largos dependerán del fabricante.
Los suelos rígidos o semirrígidos de vinilo vienen en lamas o en losetas y su grosor ronda por los 2 a los 5 mm. Sus capas de uso oscilan entre los 0.3 y los 0.7, pudiendo usarse en ámbitos doméstico o altamente transitados. Dentro de estos tipos de suelos se encuentran diversas categorías que se basan en su forma de instalación: flotantes (se instalan sobre un subsuelo usando un sistema de click), suelo vinílico autoadhesivo (se adhieren con un pegamento que tiene el suelo), autoportantes (en superficies pequeñas se instalan sin pegamento, quedan fijos por su propio peso), para encolar (se pegan).
En cuanto a la instalación del suelo vinilico de pavimentos arquiservi, es fundamental que el suelo al cual se va a adherir esté sólido, nivelado, limpio y seco. Otro de los pros que reúnen los pisos vinílicos es su fácil limpieza y mantenimiento. Solo tienes que aspirar y pasar una mopa húmeda con agua tibia y detergente neutro.
El suelo vinílico es una opción económica, pero es importante evaluar diferentes opciones y marcas para elegir la mejor opción en términos de calidad y precio.