El corcho es un material natural que se extrae de la corteza del alcornoque y con él se pueden elaborar revestimientos para suelos y paredes. Tiene buenas propiedades termoacústicas, es un magnífico aislante tanto del ruido como del frío o calor.
Cuando los árboles tienen 30 años se realiza la primera extracción del corcho de su corteza, después las siguientes extracciones se realizarán cada nueve años. El corcho de primera extracción suele ser más grueso y es el que se usa para elaborar los tapones para los botellas de vino. El corcho de las siguientes extracciones, más fino, es el que se usa para elaborar revestimientos para suelos y paredes.
Actualmente hay excelentes manufactureras que realizan revestimientos para paredes y suelos a base de corcho con un diseño muy elegante y funcional. No se parecen en nada al típico aglomerado de corcho.
Pero ello no es óbice para usar también el aglomerado de corcho tradicional que es bello por sí mismo. Por su aspecto natural y su capacidad para crear entornos silenciosos y cómodos.
Se puede encontrar incluso revestimientos de corcho para exterior, estos reciben un tratamiento especial que permite que sean instalados en exterior ya que soportan las inclemencias meteorológicas. Con estos revestimientos se puede cubrir la fachada de una vivienda sin ningún problema. Los revestimientos a base de corcho son una buena opción, presente desde hace mucho tiempo parece que están volviendo al mundo de la decoración. Es un material ecológico, natural y totalmente neutro, sin ningún tipo de contaminación que pueda dañar nuestra salud o la de los nuestros.
Fotos: casa.abril.com.br