Decorar un comedor en estilo shabby chic es fácil y divertido. Necesitarás un poco más de tiempo que en otros estilos más comerciales, aunque ello dependerá mucho de dónde vivas, pero lo conseguirás con un poco de ingenio. Patear y buscar es la clave para encontrar buenas piezas a buen precio en cualquier lugar del planeta. Así que no tienes excusa, crea un comedor shabby chic con estas ideas y tendrás tu comedor soñado.
Empecemos hablando del fondo, unas paredes blancas o en un tono pastel suave será el mejor punto de partida aunque también te puedes decidir por un papel pintado con motivos florales. Y si tienes un viejo suelo de madera como el de arriba pues la verdad ya tienes mucho hecho.
Aunque también en un apartamento normal y corriente o una casa nueva puedes usar el shabby chic como ves en esta foto.
Las mismas ideas te servirán para montar un comedor de interior o uno de exterior o también uno en una galería o solarium como este.
Flores, rosa y blanco es casi como la tríada del shabby chic a pesar de que actualmente parece que la tendencia va más por los blancos desgastados.
Y si alguien piensa que no se puede tener un comedor elegante en este estilo anda bastante desencaminado. Aquí tenemos un buen ejemplo.
Y aquí otro más, todavía más elegante o al menos igual pero más serio y formal. Fantástico comedor de estilo fráncés en gris y detalles en plata.
Los textiles tienen gran importancia en el shabby chic y el motivo estrella sigue siendo el floral. Aunque buscando mayor sofisticación y evitando un poco los estampados rosas.
A pesar de que aquí los vemos en la decoración del banco pero de forma comedida y sin exageraciones.
Tampoco pueden faltar los volantes que para unas sillas tan estilizadas como éstas quedan realmente graciosos.
Ser amante del shabby chic implica ser visitante regular de mercadillos y tiendas de segunda mano para pillar esos objetos que pueden marcar la diferencia en tu decoración.
Estar siempre a la espera para cazar piezas como este sencillo pero elegante aparador.
También es fundamental estar dispuesta a emplear la brocha y la lija cuanto sea necesario para igualar con una buena capa de blanco desgastado esos disparejos muebles y objetos que has ido recuperando.
Y no tener miedo, lanzarse y ver cómo queda en tu comedor esa pieza que has cazado. Aquí parece que esa silla de jardín no hace mucho papel pero al colocar dos y darles un poco de blanco se consigue una buena armonía.
Aunque en los últimos tiempos parece que el shabby chic sólo se apoya en el blanco no hay que olvidar los tonos pastel que con las pinturas de leche, tan fáciles de encontrar ahora, son también una gran opción.
Un poco de color, aunque sólo sea en pequeñas dosis y en objetos complementarios, le dará mayor profundidad a nuestro comedor.
Incluso en tan pequeñas cantidades como vemos aquí con esos tarros de cristal azulados y la cesta de limones.
Este elegante aparador seguramente en su estado original no cuadraría mucho en un comedor shabby chic pero con un poco de pintura de leche o de tiza y una pasada de lija quedará fenomenal.
Y no te preocupes si no consigues un juego completo de sillas. Aquí puedes ver qué bien quedan las sillas diferentes si las unificas con el color.
Esta mesa se ha conseguido encajar en este comedor shabby chic a base de un buen lijado y un ligero manchado en blanco del sobre. Es un buen ejemplo de cómo una pieza que a priori no parecería muy adecuada se puede introducir, con un buen tratamiento, en cualquier decoración shabby chic.
La decoración shabby chic de tu comedor no queda cerrada con la elección de los grandes muebles principales. Los complementos y los objetos decorativos son muy importantes también.
Las arañas de cristal son la iluminación de cabecera en una decoración shabby chic y pueden ser tan sofisticadas como queramos o podamos.
Manteles, fundas de almohada son también complementos que no deben faltar para vestir nuestro comedor.
Trabajarse una buena colección de objetos vintage de aspecto desgastado repercutirá en el interés de nuestro comedor shabby chic.
Recuperar piezas desparejadas de viejas vajillas y cristalerías para darles nuevos usos es una buena forma de mejorar y redondear nuestra decoración.
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