El estilo romántico inunda de luz estos cuartos de baño, decorados con multitud de detalles: vaporosas telas, encajes, flores, lámparas y espejos, cestería… Tienen una indudable personalidad femenina, aunque son válidos para todo tipo de contextos. Abundan los rosas, azules y, en general, los tonos pastel y, cómo no, el blanco. Son diseños muy estilizados, que en ocasiones recuerdan a los baños de épocas anteriores a la nuestra. Desde luego, no sería difícil imaginar a una reina en su palacio bañándose en esta primera imagen tan sofisticada…
Estos baños parecen confeccionados a propósito para despertar nuestro lado más soñador y a la vez ingenuo. Tienen un carácter desenfadado y coqueto. Las bañeras de una pieza, en lugar de duchas, se erigen como protagonistas y pueden estar decoradas con cortinas o rodeadas de espumosas alfombras. Algo que no es muy habitual en los baños de hoy en día, es cierto, pero que crea un escenario delicado y muy bonito.
El estilo romántico de estos baños se complementa con espejos elegantes y muebles de corte sofisticado. Pero también podemos introducir elementos rústicos, que son muy apropiados, creando una atmósfera romántica más sutil pero igualmente favorecedora, así como elementos vintage. Estamos ante un estilo que despierta claramente nuestro lado más vanidoso y presumido. ¿A quién no le apetecería acicalarse y darse un baño en estos espacios tan divinos?
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