Como digo siempre quien tiene una escalera tiene un tesoro. Es que las escaleras me parecen un elemento tan atractivo y al que se le puede sacar tanto partido que si por mí fuera pondría escaleras en todas las casas, aunque no llevaran a ninguna parte. Supongo que me gustan tanto por ese compendio de líneas que son las escaleras, paralelas, diagonales, tangentes… todo el repertorio de la geometría lineal concentrado en un solo espacio.
Para mejorar el aspecto de nuestra escalera podemos recurrir básicamente a las alfombras, además resulta tan agradable subir unos escalones con la amortiguación de una alfombra que cuando uno lo prueba no se puede resistir. Aunque como en todo hay excepciones y a no todo el mundo le gusta tener una alfombra en la escalera. Aunque en ocasiones hasta yo comparto la opinión, ese magnífico tramo doble de escaleras que vemos en la fotografía superior no necesita vestirse con nada, su propia desnudez es su mejor atributo.
Pero bueno supongamos que no sois tan puristas y preferís tener una alfombra en vuestra escalera. ¿Cuál elegir? Esa es la cuestión, todo dependerá del estilo en que está decorada la casa básicamente. En una casa de playa o campo decorada en estilo rústico una preciosa alfombra a rayas de estilo rústico quedará perfecta.
En cambio en una ambiente sofisticado donde todo es blanco y negro conseguiremos un gran efecto con una estupenda alfombra de rayas negras y blancas como la de la imagen superior. Un verdadero golpe de efecto.
También podemos decantarnos por un diseño geométrico, sobre todo si el resto de la decoración de la casa no es tan extremadamente tributaria del minimalismo más radical.
Para una decoración más ecléctica una hermosa alfombra de sisal u otra fibra natural. Combinará con casi cualquier tipo de decoración y crea un ambiente fresco, natural y exótico.
Fotos: Bhg.com