De entre todas las formas de incluir un toque verde en nuestra decoración tal vez ésta sea la más fácil, cómoda y práctica. Con este ramillete de suculentas no tenemos que preocuparnos por si tiene agua o no o si se caen los pétalos que pueden manchar los muebles. Simplemente lo preparamos, lo colocamos en el lugar que prefiramos y al cabo de un mes podemos plantar los esquejes en el jardín o en la terraza.
Si tenemos un buen surtido de plantas suculentas en nuestro jardín o terraza podemos aprovechar para sanearlas o simplemente descargarlas un poco cuando se hacen muy grandes.
Sólo necesitaremos unas tijeras de jardinería y un poco de hilo o cordel para atar el ramillete. Cortaremos tallos largos de nuestra suculenta, una echeveria en el ejemplo, y a continuación
Le quitaremos las ramas laterales. Hemos de dejar los tallos largos lo más limpios posible y las hojas del extremo superior o como mucho las ramificaciones superiores.
Ataremos los tallos bien apretados con un trozo de cordel o hilo, así en la parte superior nos quedará un ramillete compacto que resultará muy decorativo.
Una vez lo coloquemos en el jarrón elegido para el ramillete éste no necesitará ningún cuidado. Podemos olvidarnos por completo pues no necesitará agua y aún así nos durará un mes o más.
Como podéis ver en la imagen superior es importante el jarrón que usemos, las suculentas no son muy llamativas en cuanto a color generalmente, así que necesitaremos un jarrón bonito que combine con la rusticidad de las suculentas.