Las pizarras han salido de las aulas, usted las habrá visto en restaurantes y otros locales de ocio. En ellos se usan para informar del menú, los platos del chef o las especialidades de la casa. En realidad han superado su función práctica para convertirse en un elemento decorativo. En la cocina de nuestra casa también podemos usar la pintura de pizarra para decorar paredes y muebles. A continuación les presentamos varias propuestas.
En el ejemplo de arriba se aprovechó ese rincón para crear una pizarra, se pintó la pared y se instaló un marco de madera. Se añadió un práctico soporte en acero inoxidable para las tizas. En ella se puede escribir el menú del día, recordatorios e incluso mensajes cariñosos o de bienvenida para la familia y los visitantes.
Aquí la pizarra ya no es un simple detalle, recubre toda una pared de la cocina. En ella se expone el menú semanal y al tiempo sirve como fantástico contraste decorativo. Delante de ella podemos poner jarrones con flores, bandejas con frutas o dulces. Elementos con mucho color que den vida a ese fondo oscuro. También irían bien unas plantas aromáticas por ejemplo.
También se puede usar la pintura de pizarra para renovar unos muebles de cocina manchados o deteriorados por el uso. Da un nuevo aire a la cocina, moderno y actual; se aprovecha también el efecto decorativo al contrastar con el resto de la cocina en blanco y el frigo estilo vintage en naranja.
Y si le sobra un poco de pintura puede decorar algunos botes de cocina, quedan muy bonitos y son muy prácticos. Si cambia el contenido sólo hay que borrar y escribir de nuevo.