Decora tu mesa para San Valentín con flores frescas Artículo Publicado el 09.02.2017 por Javi
¿De restaurante o en casa? Tal vez esta sea la duda que nos asalta siempre cuando planeamos una cena romántica para San Valentín. Cada opción tiene sus ventajas y sus inconvenientes que no hace falta repasar pues todos los tenemos en mente. La sabiduría popular nos dice que como en casa en ninguna parte y la verdad es que, sobre todo a partir de cierta edad, te das cuenta de lo cierta que es esta afirmación.
Bueno, al grano, queremos mostraros nueve propuestas para decorar vuestra mesa con flores este San Valentín. Si has o habéis decidido quedaros en casa al menos cuidad un poco la estética y por supuesto esperamos que cuidéis también el estómago de vuestro amado-amada.
Aquí destaca la magnífica vajilla sobre todo pero ese camino de mesa y esos centros de mesa con rosas variadas son el acento que necesitan tan lujosos accesorios. Es una idea sencilla y clásica que os quedará muy bien incluso si vuestra vajilla es más discreta.
Las velas no pueden faltar por supuesto ¡cómo va a ser una cena romántica sin velas! Pero las flores rojas y blancas son un complemento perfecto para la cálida luz de las velas. Baja un poco la intensidad lumínica de la estancia para que destaquen más las velas.
Esta propuesta de aire rústico es muy delicada y agradable. Es diferente y original, muy minimalista. Pero fíjate que sigue basándose en flores blancas y rosas aunque sean tan pequeñas.
Las sillas no deben olvidarse cuando decoramos una mesa. Aquí vemos cómo podemos decorar las sillas con flores y además si se trata de una cena íntima, que es lo normal, sólo necesitáis decorar un par de sillas que no os robará mucho tiempo.
Aquí nos olvidamos de la discreción y optamos por un enorme centro de mesa con todo lo que había en la floristería. Impactante. Destacar la sencillez de los complementos.
Rústico vintage para esta bonita y delicada propuesta basada completamente en las flores. Encantadora la rama florida que puede ser de cualquier árbol de los que comienzan a florecer por estas fechas (bueno, al menos en el hemisferio norte).
En esta propuesta pasamos de los colores tradicionales de la festividad y nos vamos al morado como pieza central. Innovar no le hace daño a nadie y desde luego queda bien. Aunque tal vez este color esté un poco manido en fiestas y celebraciones sigue teniendo sus acérrimos partidarios.
Precioso buffet para San Valentín en el que hay que destacar la buena coordinación entre manjares y decoración. Se trata de una propuesta tanto estética como práctica.
Una mesa elegante y muy sofisticada que recurre a tonos neutros. Tal vez la mejor propuesta para que centremos nuestros sentidos en la comida y en nuestra pareja sin interferencias.