Si tienes un jardín o una terraza amplia, seguramente quieras aprovechar cada rincón. En el mercado, encontrarás muchísimos elementos para sacarle partido, y cuando los elijas no debes olvidarte de adquirir algunos que te ayuden a tener una zona protegida para tener sombra en las horas en las que más da el sol. Las pérgolas de madera pueden ser ideales para ello y, además, aportan esa rusticidad que tanto queremos.
Las pérgolas son estructuras hechas con madera, aunque también pueden hacerse con otros materiales como el aluminio, que cuentan con columnas verticales y vigas longitudinales que nos ayudan a delimitar un espacio, ya sea en la terraza o en el jardín. Incluso estas estructuras pueden estar adosadas a la casa para crear un porche, aunque lo más habitual es ver pérgolas de madera independientes.
Si te ha gustado la idea de tener una pérgola de madera en tu jardín o terraza, debes pensar en qué lugar te conviene más instalarla. Muchas personas la ponen junto a la piscina, en el porche o en una zona de paso. También hay quienes la ubican en un rincón para hacer un comedor y disfrutar con la familia.
Como verás, muchas son las posibilidades, por lo que es importante pensar en la posición del sol con respecto al lugar que tienes disponible para saber cómo orientarla y que no genere sombra en donde desees que haya sol. De esa manera, podrás sacarle el máximo provecho.
Hay muchísimas posibilidades para decorar el espacio que está debajo de la pérgola, aunque, por lo general, se suelen añadir sofás de exterior, así como también cojines, una pequeña mesa en el centro y plantas colgantes. Si tienes una familia amplia, puedes crear un comedor. Elige muebles de madera o de mimbre que combinen con el color de la pérgola y busca elementos coloridos, ya que esta zona suele utilizarse mayormente en verano. Por otra parte, no te olvides de instalar luces o guirnaldas, por si deseas usar el rincón de noche.
Recuerda que esta estructura suele estar ante las inclemencias meteorológicas, por tanto, lo ideal es que agregues un toldo o alguna planta trepadora que pueda llegar a abarcarla por completo. No obstante, con esto último tardaremos mucho más en crear protección. Si no quieres lidiar con sus cuidados, decídete por una pérgola de cristal.