Estamos más que acostumbrados a ver maniquíes en cada escaparate, pero quizá no tanto (por no decir nada) dentro de una vivienda. Sin embargo, lejos de parecer una excentricidad, estos objetos pueden darles un estilo muy atractivo a los espacios de nuestro hogar. Adaptados a cada ambiente, estos maniquíes nos van a permitir decorar con mucho estilo cualquier habitación.
Una idea muy original con la que crearemos una atmósfera romántica, con un punto vintage y hasta bohemio. La mayoría de estos maniquíes, como vamos a ver, lejos de ser muñecos, son bustos incorporados sobre perchas. Estos eran objetos muy usados en talleres de corte y confección.
Su presencia en un dormitorio, en una sala de estar o en un recibidor ayudan a crear un estilo decorativo muy particular, con una idea del romanticismo llevado a su extremo, teniendo en cuenta que solemos asociar los maniquíes de este tipo con épocas pasadas.
Además de decorativos, pueden llegar a ser objetos muy prácticos. Pueden servir de excelente organizador de bisutería (por ejemplo, para colgar collares largos) o de complementos como cinturones, corbatas, pañuelos, bolsos…
Aún hay más, ya que también los podemos decorar con otros objetos y prendas de vestir, o dejar al desnudo para llenar un espacio determinado, con su sola presencia estaremos reforzando cada rincón sin necesidad de darle otra utilidad. Y, por qué no, los podemos caracterizar con frases inspiradoras, dibujos, diseños hechos con manualidades… aportaciones que ayudan a dar un estilo único.
Sea cual sea el uso que les demos, estos objetos con un punto retro y vintage van a suponer una ruptura con toda decoración conocida, añadiendo ideas sorprendentes que acaban por cautivar al más escéptico.
Fotos: inmyroom.ru ; thevogueadvisor.com