Los porches permiten disponer de un espacio extra para realizar eventos con invitados y para organizar un área de descanso y ocio. Estén abiertos o cerrados, tener un porche en la vivienda es un privilegio que hay que aprovechar al máximo con una decoración adecuada al tipo de espacio que se quiere crear.
Lo más común es establecer una zona orientada al ocio y a la relajación, con tumbonas, butacas y sofás espaciosos y cómodos, realizados en materiales flexibles como el mimbre. Como complementos auxiliares pueden venir bien las clásicas mesas de aluminio y metal, más resistentes, aunque habrá que resguardarlas de posibles lluvias para evitar que se oxiden. Las mesas bajas de bambú o mimbre son otros accesorios imprescindibles para estos espacios de descanso, que se pueden complementar con taburetes o sillas alrededor para sentarse a tomar un tentempié.
Si se quiere crear un espacio más moderno, es adecuado usar un mobiliario de madera pintada en tonos blancos o colocar un sofá de varias plazas con acabado contemporáneo. En este sentido, se puede resaltar el aspecto moderno con una decoración minimalista y funcional.
La idea de la iluminación es otro aspecto que hay que tener en cuenta. Faroles de madera o aluminio colgando en distintos puntos del porche darán una iluminación favorecedora al caer la noche y conseguirán un ambiente más intimista y tranquilo.
Aderezaremos la decoración con plantas y macetas, enredaderas y potos. La exuberancia de la naturaleza en un porche es el complemento perfecto para resaltar estos espacios tan personales y dinámicos.
Fotos: hogar.pisos.com; gastonydaniela.com