El primer uso que el ser humano le di a la cristalería fue el de imitar las piedras preciosas y el de elaborar objetos que fueran decorativos. La textura y las posibilidades croámticas del cristal convierten este material en un recurso perfecto para adornar todo tipo de lugares. Con el tiempo, se sumó al objetivo puramente decorativo del cristal el funcional, y hoy por hoy a nadie le sorprende encontrar botellas, jarrones, vasos e incluso mesas de este material.
Dada la semejanza de su apariencia, muchas veces se dice que son de cristal algunos objetos que en realidad son de vidrio. Esta diferencia, que radica en la estructura de los átomos y las moléculas de cada material, no debe preocuparnos a la hora de escoger los complementos, ya que, en principio, lo que nos interesa son sus cualidades estéticas y prácticas. Sin embargo, debemos saber que los objetos de cristal son de mayor calidad, pero también considerablemente más costosos que los de vidrio.
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