Decoración de interiores

Añadir algo de color neón a una decoración donde predominen los tonos neutros puede ser una buena manera de romper la monotonía. Crear un ambiente más fresco y juvenil sin grandes transformaciones, simplemente colocando algún pequeño mueble o una lámpara o elementos decorativos como telas y almohadas que aporten ese punto de brillo y color que puede transformar cualquier ambiente.

Arriba vemos un par de buenos ejemplos, en uno se ha pintado la puerta de la cocina de color verde neón, es una apuesta fuerte y tal vez un poco atrevida pero consigue crear un punto de atracción de lo que si no sólo sería una puerta blanca que pasaría totalmente desapercibida. En cambio podemos ser más prudentes y optar por algo tan sencillo como enmarcar con cinta washi un cuadro que tengamos colgado en la pared y combinar con algún complemento de tela.

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El sistema de iluminación LED resulta moderno y novedoso. La luz que transmite es de diversa intensidad, y no está reñido con la opción de iluminación de bajo consumo. Las características de este tipo de luces ayudan a crear ambientes muy contemporáneos, en distintas gamas de color, para todos los gustos.

La mayor novedad de este sistema es que permite incorporar iluminación desde distintos ángulos. Las luces pueden situarse a la altura que se desee, tanto el techo como en el suelo, pasando por un circuito al fondo del mobiliario. Son muy similares a las luces de neón, lo que en algunos casos puede servir para crear ambientes más intimistas, mágicos y originales.

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Las cocinas de estilo oriental se caracterizan por ser espaciosas, cómodas y muy funcionales. Son lugares desprovistos de decoración superflua, pero equipados con lo básico. En ellas se da mucha importancia a la iluminación y al orden. Estas cocinas de inspiración asiática son una buena muestra de ello.

Las cocinas orientales suelen estar provistas de una mesa larga o una isleta central que suponga un espacio extra donde dejar los propios ingredientes antes de cocinarlos. En cuanto a la equipación, puede haber ligeras variaciones con respecto a las cocinas occidentales.

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Se trata de dar un nuevo paso hacia la sostenibilidad y el mejor uso de ese bien tan escaso como es el agua. Las aguas grises son aquellas que resultan del uso de la ducha, la bañera y el fregadero. Es decir aquella agua que hemos usado para ducharnos o para fregar los platos. Los expertos llevan tiempo buscando soluciones para poder reciclar domésticamente estas aguas grises y que no lleguen al alcantarillado de las ciudades.

Las aguas grises deben reciclarse en casa pues cuando llegan al alcantarillado se unen a las aguas negras y en ellas se diluyen. Pasando entonces al proceso global de depuración que tenga previsto cada población. En cambio si las pudiéramos reciclar nuestras propias aguas grises en el hogar podríamos volver a usarlas para el mismo cometido. El ahorro en agua sería notable y el consumo de agua corriente se reduciría bastante.

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El azul es el color elegido para equipar estas cocinas con diseños de lo más moderno. Un color que resulta muy limpio y claro, y que viste estos ambientes con una frescura como pocos colores lo hacen. Ya sea desde el equipamiento de muebles y electrodomésticos o desde las propias paredes, el azul transforma estos espacios con la belleza de sus distintas gamas.

Podemos optar por un azul marino o bien uno más claro; hay también una amplia gama de azules intermedios. Combinados con blanco, conseguiremos un espacio más diáfano. La suavidad del azul ofrece un espacio lleno de claridad. Unido a la modernidad del diseño de estas cocinas, el azul crea un lugar armónico, donde cocinar o comer se vuelve una actividad de lo más gratificante.

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Esta fantástica casa es un producto de la perfecta combinación de lo nuevo con lo viejo, ambas caras de la vivienda se encuentran en perfecto equilibrio. Una circunstancia que es mucho más difícil de conseguir de lo que a primera vista puede parecer. El estudio arquitectónico Pitsou Kedem Architects que tiene su sede también en Tel Aviv ha logrado ese pequeño milagro en la renovación de esta casa cargada de historia.

Esta vieja casa de 300 años de edad ha renacido gracias al trabajo de los arquitectos israelíes. La casa cuenta con unos 180 metros cuadrados habitables, repartidos en dos zonas. En una de unos 100 metros cuadrados están la sala de estar, el comedor y la cocina. En un espacio adosado de unos 80 metros cuadrados están el dormitorio principal, la zona de estudio y trabajo y el dormitorio de invitados.

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