En un vestidor, las puertas no tienen mucho sentido, ya que el objetivo de este espacio es que se pueda accceder fácilmente y cómodamente a todo lo que se encuentra en su interior. Una de las ventajas que resenta el vestidor es que se puede tener todas las prendas a la vista. Esto es para tener cuidado, ya que este tipo de guardarropa requiere cierto orden y prolijidad, ya que no hay puertas para disimular el caos.
Si en cambio se elige el placard con puertas, se pueden elegir las que se abren de par en par, las corredizas o las plegadizas. De diversos materiales, todas cumplen una doble función: resguardar la ropa del polvillo suspendido en el aire y darle un toque decorativo al ambiente. En una casa moderna no pueden faltar las puertas de vidrio tonalizado. Si se requiere agrandar la habitación, es mejor optar por las espejadas. También están las de madera, que pueden ser pintadas en diferentes colores. Las revestidas en tela de tapicería son muy decorativas y ofrecen la posibilidad de combinarse los géneros con los cubrecamas.
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