Decoración de interiores

Hemos hablado mucho sobre cómo decorar cabeceros de cama, pero hoy traemos una serie de propuestas para el rincón contrario: los pies de la cama. Y es que esta zona del dormitorio también puede tener su propio estilo, ¡desde luego! Además se presta a ello, y el resultado final de la habitación puede ser otro.

Normalmente contamos con cierto espacio a los pies de la cama, aunque muchas veces tengamos el armario enfrente. Pero por pequeño que sea este espacio nos sobra para colocar algún objeto increíble que marque la diferencia. Ese toque de elegancia y detallismo que distingue un espacio cuidado al máximo de otro más o menos improvisado.

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¿Necesitas iluminar el cabecero de tu habitación? Una cuestión que viene a plantearse cuando tener una luz a mano junto a la cama se vuelve imprecindible. Las mesitas de noche han sido desde siempre las grandes aliadas, un apoyo fundamental a la hora de llenar de luz el dormitorio, aunque existen muchas otras maneras de garantizar la luz en este rincón de la casa.

Integrar la luz en el cabecero es relativamente sencillo, si bien los más «manitas» se atreverán con esta primera propuesta: iluminación colgante con lamparitas redondas. Un móvil luminoso donde se alternan luces de distinta gama y color.

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El cabecero perfecto será aquel que mejor se acomode a nuestros gustos y al mismo tiempo satisfaga nuestras necesidades tanto estéticas como prácticas. Aunque solemos pensar en el cabecero sólo como un elemento puramente decorativo no es así, el cabecero cumple también una necesidad no por pequeña menos importante. Si nos gusta sentarnos en la cama a leer o ver la televisión o incluso trabajar o estudiar con el portátil entonces el cabecero de la cama se convierte en el respaldo donde apoyar la espalda.

Por tanto hemos de tener en cuenta ambos aspectos al elegir nuestro cabecero, si sólo le vamos a dar un uso estético podrá ser de cualquier material, forma y envergadura. Los cabeceros pueden ser de tres tipos, tapizados, de madera o metal, básicamente.

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La habitación de los invitados suele ser la última en ser decorada, es algo totalmente lógico y natural, pues antes hemos de atender a las necesidades de la familia que convive en la casa. Pero ello no significa que debamos armarla de cualquier manera. Al contrario, aunque posterguemos su decoración por razones económicas cuando lo hagamos hemos de estar atentos a una serie de cuestiones.

Tanto si la vamos a dedicar sólo para el uso de nuestros invitados como si la vamos a usar para admitir huéspedes, la habitación debe ser una continudad de la vivienda. No podemos crear un espacio aséptico e impersonal como si se tratase de la habitación de un hotel. Debe seguir el estilo de la casa aunque obviamente con un menor grado de personalización. Será interesante optar por los tonos neutros y relajantes que puedan servir para todo tipo de personas.

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La diversidad de estilos decorativos facilita que combinemos unos con otros a nuestro gusto. Esta tendencia es lo que se conoce como eclecticismo. Esta posibilidad nos va a permitir integrar distintos elementos de un estilo o de otro en un mismo espacio, dando como resultado un lugar repleto de esos detalles que hacen que un ambiente se vuelva atractivo a primera vista. Tomando como escenario un dormitorio, vamos a ir viendo cómo crear estilo en este rincón de la vivienda.

La mejor forma para empezar es observar las características de la habitación en sí. ¿Cuenta con mucha luz natural? ¿Es un espacio grande? ¿Qué altura tienen los techos? ¿Qué tipo de muebles queremos usar? ¿Y en qué colores? Concretando un poco más en estos aspectos, podemos ir empezando a trabajar el espacio, con las ideas más claras para ir sobre seguro. Ejemplo de dormitorio funcional que se ha modernizado aprovechando un mobiliario clásico en madera oscura:

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La elección del color para decorar las habitaciones infantiles y juveniles es un factor fundamental para conseguir una decoración completa. Solemos reducir el abanico de posibilidades a los típicos azul o rosa, sobre todo cuando se trata de las habitaciones de los más pequeños. Pero hay mucho más colores para escoger y os vamos a mostrar nueve colores que en sus distintas tonalidades pueden permitirnos ampliar el campo de elección.

Como se trata de pintar dormitorios y además para niños o adolescentes es importante acertar con el tono del color que nos guste. Trabajaremos siempre con tonalidades claras que creen ambientes tranquilos y relajantes para que los más pequeños se encuentren a gusto. Aunque también podemos escoger algunos colores en tonalidades más brillantes cuando queramos crear ambientes más vibrantes. Y siempre nos queda jugar con las combinaciones de color para crear contrastes que aporten interés a la decoración.

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