Decoración de interiores

Estos diez comedores exteriores aprovechan toda la luz natural y se rodean de un entorno privilegiado, lleno de abundante vegetación e inmejorables vistas, para hacer de la experiencia de comer o cenar al aire libre algo inolvidable. Si tienes el privilegio de contar con un patio, jardín o porche donde acondicionar una zona de reunión, no te pierdas estas interesantes sugerencias y propuestas decorativas.

En estos comedores con aires mediterráneos, la chimenea ejerce una doble función: además de absorber todo el foco de atención, caldea el ambiente en noches de temperaturas más frías. El detalle de la pérgola resulta también muy útil y arquitectónicamente bello. La mesa queda a resguardo y además se consigue un equilibrio perfecto enmarcando el área del cenador.

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Estas habitaciones para chicas en rosa y negro son muy desenfadadas. Hemos elegido estos colores como protagonistas por el contraste tan interesante que crean. El rosa, especialmente el rosa pastel, es un color más aniñado y fresco, mientras el negro pone la nota de seriedad y profundidad. El rosa fucsia, por su parte, aporta energía, vitalidad y establece un aura mágica y misteriosa. Juntos, negro y rosa constituyen una atmósfera especial, romántica y elegante, siempre moderna y desinhibida. Todo dependerá de la cantidad de rosa o negro que pongamos, así como de la gama de tonos rosados que empleemos.

Ambos colores se complementan dando lugar a habitaciones que son un mundo lleno de personalidad y fantasía, con un aire neogótico tan original como bello. En estas habitaciones no faltan los pequeños detalles decorativos y señas de identidad, que son las que conforman el microcosmos de las adolescentes. Un pequeño universo al margen de los adultos, lleno de sofisticación y muchísimo encanto. Paredes rosa pastel, lámparas, colchas, edredones y mobiliario en rosa con el contrapunto del glamour, el estilo y el atrevimiento del negro.

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Myriam y Dominique dos artistas de corazón decidieron decir adiós a la vida estresante de París e irse al sur, a la soleada y cálida Nimes. Allí con sus dos hijos fundaron un nuevo hogar en una casa de 1835 que se ha convertido en un estudi-apartamento ya que ambos trabajan en casa. Myriam Balay Devidal es graduada en Bellas Artes de Saint Etienne y se dedica a los textiles. Dominique ha puesto en marcha una radio y realiza su labor también en casa.

El apartamento dispone de altos techos y grandes ventanales que dejan penetrar la luz mediterránea del sur de Francia. En la cálida Nimes, la vida es más relajada que en el frío París, la pareja lleva ya más de diez años viviendo en Nimes. Curiosas las paredes, al parecer al arrancar el viejo papel pintado descubrieron un bello mundo tras él y decidieron dejar las paredes tal cual.

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Esta cocina de color blanco, faltaría menos viniendo la propuesta de los países nórdicos, es lo que para ellos es una recreación de un bistró francés. Con sus elementos industriales y retro esta cocina es una propuesta moderna que nos llega del país origen del estilo escandinavo, Suecia.

Aparte del blanco inmaculado de los muebles, el efecto bistró suponemos que lo crean la suma de elementos industriales que pueden recordar una cocina profesional y los muebles vintage que aportan tal vez la parte más canalla de los antiguos bistrós franceses. Y sin olvidarnos de la encimera y el frente de trabajo recubiertos con mármol blanco. También la mesa, preciosa por cierto, tiene el sobre en mármol del mismo estilo.

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En medio de la llanura blanca apenas se vislumbra esta casa que se mimetiza en el entorno, aunque en realidad más bien parece minimizarse. Es tan grande el espacio vacío a su alrededor que la casa se difumina en el terreno. El diseño de esta curiosa y original casa fue encargado a los arquitectos polacos del estudio de arquitectura Moomoo.

La casa, un rectángulo de líneas puras, aparece enmedio de la blancura como si fuera el periscopio de un submarino surcando el helado mar ártico.

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En la cultura japonesa, los jardines zen simbolizan el propio universo. Son representaciones a escala enana de los tradicionales jardines del Imperio nipón. Desde hace siglos se emplean como técnica para meditar y están formados por diferentes piezas que constituyen símbolos de los distintos planos de realidad personal. En la actualidad son muchos los que se están apuntando a esta nueva tendencia e incluso hay quienes han creado uno a tamaño real en su propio jardín.

Por su belleza genuina, los jardines zen (llamados karesansui en japonés) también se emplean como ornamentación para cualquier ambiente. Si eres de los que buscan el equilibrio y la paz mediante el arte de la decoración, quizá te enamores de estos pequeños jardines, que tienen como objetivo la abstracción mental, favorecer la relajación y liberar el estrés y los miedos internos, combinando aspectos de la filosofía budista con la jardinería.

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