La entrada proporciona la primera imagen que recibe el visitante de nuestro hogar, y es por esta razón que debemos cuidar especialmente la decoración de este espacio. No debe ser un ambiente anónimo y frío, y en este caso podemos resaltar otros aspectos además de la funcionalidad. Una entrada que sea estrictamente funcional resultará seguramente demasiado fría para el visitante. Por eso en esta zona podemos permitirnos ciertas concesiones a la teatralidad e incluso un poco de extravagancia.
Cuando nos encontramos con casas antiguas, la entrada suele ser de grandes dimensiones y transmite una solemnidad que podemos moderar con la introducción de algunos elementos decorativos que proporcionen un aire informal, como un sombrero en el perchero. Al mismo tiempo intentaremos evitar que se convierta en un espacio desordenado en el cual se depositan toda clase de objetos, ya que esta daría lugar a una imagen que no deseamos.
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