El interior de los
muebles no suele estar trabajado del mismo modo que el exterior, ni dotado de acabados como barniz y pintura, sin cuya protección la madera es más vulnerable a la suciedad. Además, esas zonas suelen ser de madera de inferior calidad que el resto del mueble. Su limpieza puede realizarse mediante abrasivos mecánicos como la lija o mediante abrasivos líquidos, que desarrollaremos en este apartado.
Los materiales que necesitarás son
- Detergente suave.
- Agua.
- Esponja.
- Paño o papel absorbente.
- Estropajo de esparto.
Antes de comenzar, un consejo sobre el limpiador: a la hora de elegir el limpiador apropiado, hay que tener en cuenta la cantidad y la clase de suciedad a eliminar. Para una limpieza general de suciedad acumulada por el tiempo, bastará con un detergente suave. Si se requiere mayor potencia limpiadora, es recomendable emplear sustancias más fuertes, como bórax, amoníaco, ácido oxálico, lejía o agua oxigenada 110 vol. La grasa se eliminará con un desengrasante, amoníaco por ejemplo, y las manchas con un decolorante, como el agua oxigenada 110 vol.
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