Decoración de interiores

Una base decorativa siguiendo los cánones del más puro escandinavo permite idear a partir de ésta una fusión de estilos de lo más atractiva. Es lo que se ha hecho en este apartamento localizado en Estocolmo, Suecia, cuna de este inconfundible arte.

Para crear un estilo mucho más personalizado partiendo del escandinavo se han utilizado distintas tendencias: clasicismo, aires provenzales y matices de estilo pop-art que, superpuestos y combinados entre sí, hacen del interiorismo de esta vivienda algo digno de estudio.

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Bajo el techo de una coqueta casa localizada en Alemania se encuentra esta maravillosa cocina en tonos turquesas. Pequeña, pero sumamente acogedora, en ella encontramos detalles tan cuidados que, miremos donde miremos, seguro que nos conquista.

Las paredes lucen este bonito color azul turquesa, combinado con blanco, lo que aporta mucha luminosidad. Es un espacio con forma cuadrada, muy bien aprovechado y equipado. A un lado tenemos un fregadero y los muebles de cocina típicos; al otro, una mini-barra para el desayuno, con sillitas retro de color blanco.

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Una de las variadas formas de dar vida a una decoración es a través de accesorios, y entre este montón podemos encontrar los espejos, fieles complementos para decorar la vivienda. Si bien en este caso nos vamos a fijar en una parte más concreta de estos complementos: los marcos. Con ellos vamos a poder introducir el color en cada estancia, y hacerlo de un modo fácil, cómodo y asequible al bolsillo. Aprovechemos esta parte del espejo para llevar toda la fuerza de un color a la decoración, rompiendo con la monotonía y enriqueciendo el estilo final.

El color que elijáis para decorar el marco de vuestro espejo (que podéis comprar o bien pintar vosotros mismos) tiene que armonizar con el resto de la decoración. Si, por ejemplo, tenemos una sala en tonos apagados, marrones o crudos, la fuerza de un violeta introduce un matiz tan elegante como sofisticado.

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Uno cuando oye pronunciar la palabra Alpes suizos se imagina las grandes montañas cubiertas de nieve, pistas de esquí fantásticas y al oir chalet se imagina junto a un fuego reparador que le alivie del frío pasado en la nieve. Sí todo ello es cierto pero no menos cierto es también que el verano llega todos los años a aquellas altas tierras y se puede disfrutar de un ambiente completamente diferente. Con vistas a ese turismo de verano, que no siempre busca la clásica playa achicharrante, una iniciativa de Montagne Alternative se propuso reconstruir viejos graneros para convertirlos en estos bellos chalets suizos donde disfrutar de un fresco verano a casi 1500 metros de altitud.

Commeire es un pequeño pueblo de la comuna de Orsières en la Suiza francófona. Allí en la actualidad sólo viven 21 personas y antaño, hasta la Segunda Guerra Mundial, nunca vivieron más de 60 personas. Montaigne Alternative es una empresa hostelera que adquirió estos viejos graneros y encargó su restauración al arquitecto suizo Patrick Devanthéry.

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Esta recopilación de pequeñas decoraciones DIY te permitirán encontrar alguna idea para darle un nuevo aire a tu cocina de una manera fácil y sencilla. Son ideas que tú misma podrás llevar a cabo en un fin de semana por ejemplo y te permitirán renovar ese espacio en el que la familia se reune varias veces al día. Hay ideas puramente estéticas para alegrar tu cocina y algunas muy ingeniosas con una vertiente eminentemente práctica aunque no por ello desprovistas de colorido y belleza.

En este proyecto para decorar los utensilios de madera pueden participar tus hijos. Es una tarea que les encantará, pintar siempre les gusta. Debes escoger para ello un tipo de pintura que permita su uso en alimentación.

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La decoración de estilo mediterráneo se caracteriza por ser un estilo ligero, muy luminoso y creado con un encanto especial para disfrutar de toda la luz, la brisa marina y la comida. Es el estilo que nos vamos a encontrar en toda la zona mediterránea del sur de Europa y del norte de África, especialmente en las casas de las costas bañadas por este bello mar.

Para crear un salón típico mediterráneo podemos usar distintos elementos típicos de esta tendencia, imprimiendo luz ya desde la propia blancura de las paredes. La gama de colores más típicamente mediterránea se basa en el color blanco y, por supuesto, el color azul, reflejo del agua y del color del cielo. Pero también el verde de los olivares, el rosa o el naranja de los atardeceres y, en definitiva, colores cálidos como el rojo o el amarillo en sus gamas más suavizadas.

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