A la hora de decorar exteriores, son muchos los estilos que podemos usar. Es muy común mezclar unas pocas tendencias hasta dar con un estilo más personal, aquél que mejor se adapte a las necesidades de nuestra vivienda y a nuestro propio gusto. La verdad es que las posibilidades son ilimitadas, así que una de las primeras cosas que debemos plantearnos es cuál es el uso al que vamos a destinar este espacio en concreto.
Quizá queramos crear una decoración acogedora y con un punto enigmático y misterioso. Un espacio que nos sirva para diferentes situaciones, convirtiéndose en una zona multiusos, y que además esté decorada con ese aire bohemio y decadente que lo haga más atractivo.
Para ello, hay una serie de elementos que es interesante que introduzcamos en la decoración. Para empezar, el uso de telas, cortinas, lonas o cubiertas que aislen este espacio y, además de servir de cobijo para las altas temperaturas o para aislar de los insectos, ayuden a crear ese efecto misterioso y etéreo. Tejidos sueltos y de distintos colores, aunque el blanco siempre va a hacer que el entorno se vea más luminoso.
Otro recurso es usar accesorios étnicos, como lámparas de tipo marroquí o asiático, o incluso todas ellas a la vez, consiguiendo una ambientación nocturna más especial.
No olvidéis tampoco usar asientos amplios, para tumbarse y descansar, desde un canapé o un sofá hasta una cama. Pero la opción clásica, es decir, usar sillas, tampoco está de más, pues ya decimos que este estilo tiende a lo ecléctico. Podemos completar los espacios con objetos de mimbre, mesitas bajas, reposapiés, cojines y, en resumen, todo aquello que mejor le siente a nuestro nuevo espacio.
Fotos: lushome.com