Dentro de cualquier estilo decorativo, los accesorios y complementos ejercen un papel fundamental, pues gracias a ellos definimos un estilo, lo pulimos, lo consolidamos. Nos referimos a objetos, pero también a matices y a texturas, a colores, formas y apariencias. Detalles secundarios que ayudan a renovar un estilo, aportan alegría y color o potencian algún elemento de la decoración general.
Los detalles de tipo étnico son todos aquellos que relacionamos con una cultura determinada. Objetos y matices que nos hablan de un legado cultural o de un patrimonio, y que nos conectan con el resto del mundo. En este sentido, estilísticamente hablando, los accesorios étnicos pueden dar mucho juego.
¿Qué tipos de accesorios o detalles étnicos podemos introducir en la decoración? Telas, alfombras, diferentes figuras y dibujos suelen ser los más habituales. Pero también podríamos rediseñar un estilo introduciendo alguna decoración arquitectónica de tipo étnico. Una puerta, por ejemplo, decorada de un modo particular, al estilo en que se hacía en un lugar y una época concretos.
Los estampados son otros detalles que ayudan a definir estilos. A través de estos diseños podemos estilizar una alfombra, una butaca, un cojín o ropa de cama. Las láminas, cuadros y dibujos en la pared son otros de los accesorios de tipo étnico más común, con sus representaciones de figuras, historias y escenarios que nos recuerdan a un hecho cultural determinado.
Jarrones, vajillas, esculturas, colgantes, fotografías… Hay innumerables maneras de introducir toda la belleza de lo étnico dentro de la decoración, personalizando la misma e incluso actualizándola, como cuando usamos elementos étnicos en un entorno chic, donde modernismo y tradición se dan la mano.
Fotos: elementsathome.com