Algunas personas no disponen de tiempo suficiente para destinarlo al cuidado de las plantas naturales, pero no están dispuestas a renunciar a la belleza que proporcionan.
En este caso, las plantas y flores secas son una solución muy acertada.
Nos conceden una belleza similar a la de las plantas naturales, aunque menos cambiante y menos viva. Las flores secas no consiguen tener exactamente el vivo colorido de la naturales ya que los tonos son más apagados, más moderados.
Son ideales en espacios donde no es aconsejable la colocación de plantas naturales, como en las habitaciones. Pero podemos utilizarlas en el resto de nuestro hogar e incluso para decorar el exterior en caso de una ocasión especial.
Las flores secas crean preciosos centros de mesa y ramos que se mantienen inalterables con el paso del tiempo. Si algún día nos parcecen aburridos, podemos rehacerlos e incluir nuevos elementos, o simplemente sustituirlos por otros. También nos pueden asesorar en su composición y su distribución en el espacio. Las posibilidades son ilimitadas, y debemos experimentarlas.
En conclusión, lo que si debes hacer es:
- Usar plantas secas en espacios que no permiten poner plantas naturales, como las habitaciones.
- Cuidarlas y limpiarlas a menudo. De esta forma se mantendrán en perfecto estado durante muchos años.
- Rehacer a menudo ramos para renovar su aspecto e incluso cambiar el recipiente que los contiene.
Lo que no es recomendable hacer:
- Usar las plantas secas como sustituto de las naturales. Es aconsejable que siempre que puedas utilices plantas naturales, ya que estas proporcionan un color y una belleza incomparables.
- Comprar un ramo de flores secas sin tener en cuenta la combinación con los colores del espacio donde lo vas a colocar.
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