La mayoría de los detalles de las propuestas que vamos a ver a continuación tienen todas un denominador común, pues sirven para crear espacios modernos, con un estilo único. Detalles en los que, además, hay que arriesgar y lanzarse a emplear nuevas texturas, jugar con el espacio, con los contrastes, etc. En estos ejemplos se han buscado ideas que apuesten por elementos principalmente modernos que rompan con lo conocido. Lo clásico aquí está de más.
El salón superior constituye un buen ejemplo de lo dicho hasta ahora sobre esa búsqueda de emplear texturas distintas. Detalles como la vitrina rellena de troncos de árbol hacen que sea un espacio cálido y muy hogareño, con un matiz natural que contrasta con el resto de elementos más sofisticados. También la ausencia de sofás para usar asientos menos comunes es una apuesta interesante, exclusiva en su mínima expresión.
En el siguiente salón tenemos un poco de lo mismo: amplitud de espacios, una búsqueda de creación de rincones especiales y minimalismo decorativo sustentado por un diseño personal.
Modernidad y diseño son las palabras que definen a esta otra propuesta, que juega con la asimetría y la experimentación. El color verde rompe por completo con la neutralidad del negro, favoreciendo la creación de un espacio de lo más arriesgado.
Un detalle único para la butaca es este pequeño reposavasos, para esas tardes de lectura o de charla ininterrumpida.
¿Y por qué no decantarnos por un espacio dedicado en exclusiva al relax? Es bien fácil: fuera muebles superfluos y apostemos claramente por un sofá protagonista absoluto. Y más si es como éste, tan grande, cómodo y mullido.
En este otro salón los sofás tienen una presencia magnética, sobre un espacio geométrico inspirado en escenarios orientales. La luz incide directamente gracias a una lámpara extensible. Completamos con algunos toques vegetales y el resultado es de película.
Fotos: furnicraft.info