El dormitorio del bebé no ha de ser por fuerza ese típico espacio de catálogo en colores pastel. Este dormitorio que os presentamos es un espacio basado en un fondo blanco sobre el que se ha añadido una rica paleta de color. Los muebles y objetos decorativos son una sabia mezcla de detalles de aire retro combinados con otros rabiosamente actuales.
Se consigue así una decoración muy personal y que transmite fuerza de carácter. Un intento de salirse de los estrechos marcos en que los canales comerciales pretenden encorsetar nuestra creatividad.
Podemos encontrar guiños a décadas pasadas en los diseños de algunos de los objetos decorativos que adornan la habitación.
La decoración de la pared con esos detalles en espiga tan coloridos combina con las pequeñas notas de color que aportan los objetos decorativos de la habitación e incluso la ropa de la cuna.
Viejos juguetes y elementos decorativos de nuestra infancia o de la juventud de nuestros padres son candidatos perfectos para dar un toque familiar y retro a la decoración del dormitorio de nuestro bebé.
También podemos rescatar la vieja cómoda de los abuelos para guardar la ropa de nuestro retoño.
Ello no quita que podamos usar también muebles y detalles modernos, prácticos y con una estética más comedida. La decoración es una extrapolación de nuestra personalidad y una decoración ecléctica transmite una personalidad fuerte y convencida de sus creencias e ideas.
Romper esquemas y atreverse a combinar muebles y detalles de diferentes épocas puede ser un poco duro al principio pero con un poco de reflexión y buen ojo seguro que encontraremos soluciones originales que nos satisfarán más que los típicos pedidos de catálogo.
Y nuestro pequeño se acostumbrará a ver la vida desde el principio con una mirada nueva, diferente y propia. Ayudar a crear una naciente personalidad es el gran reto de todos los padres.
Fotos: kidsomania.com