Una buena forma de cambiar la decoración del dormitorio sin necesidad de modificar el mobiliario que tenemos es cambiando el color de las paredes. Además de pintarlas de otros colores que no sea blanco, le podemos dar un toque más informal, atrevido e innovador pintando a rayas. Éstas pueden ser horizontales o verticales, de uno o de varios colores. En muchos casos, también podemos pintar únicamente una de las paredes, a modo de elegante cabecero. La elección queda a tu gusto, pero lo que sí te garantizamos es que verás tu habitación muy favorecida.
Lo primero que debes hacer es medir la pared para encontrar una división de líneas equitativa y que éstas sean de igual tamaño. Si optas por realizar rayas verticales, obtendrás más profundidad y espacio en la habitación, especialmente cuanto mayores sean las líneas de color. Si, por el contrario, te decantas por las rayas horizontales, conseguirás que las paredes parezcan más anchas de lado a lado.
Pintando con colores suaves y neutros, crearás un clima más plácido y tranquilo. Con colores intensos lograrás el efecto contrario: un entorno más dinámico y actual. Puedes elegir un solo color o atreverte con varios. Combínalos antes sobre un panel para ver cómo queda y evitar las sorpresas de última hora. Antes de empezar a pintar, además, se recomienda que la pared sea lisa y no esté cubierta de gotelé. Así la capa de pintura quedará más uniforme.
A la hora de pintar, ayúdate de una cinta métrica para marcar las líneas que vas a colorear. Luego cúbrelas con cinta adhesiva para delimitar bien la zona que tienes que pintar. Esto te facilitará la tarea.
Las rayas oscuras en tonos café o grises están de máxima actualidad. Le darán un toque muy sofisticado e íntimo a la estancia. El azul, el rojo, el naranja y el verde son colores más acertados y juveniles, ideales para decorar la habitación de tus hijos.
Fotos: shelterness.com
Ver comentarios
Podrian indicar algunos datos de donde comprar banquetas...gracias....
saludos y felicitaciones!
De dónde eres Natalia?