El blanco es un color básico dentro del hogar. Un color muy socorrido que siempre se deja querer a la hora de decorar. En estos dormitorios, la naturaleza neutra del blanco se tiñe con algunos detalles en color para transportarnos a lugares más confortables, allí donde el sueño nos vence.
Como el blanco es un color neutro, combina bien con todas las gamas cromáticas que queramos añadirle. Es parte de la magia de este color, luminoso y radiante, pero a veces también puede resultar monótono. Por eso, con unas pinceladas de color, estas habitaciones se verán más acogedoras y vivas, y en todo tipo de estilos, ya sea este un estilo moderno o, por el contrario, más clásico.
En los hogares escandinavos, por ejemplo, saben que el blanco es un básico y un referente por la luz que aporta a los espacios. Los detalles a color en los complementos que nutren la habitación (los cojines, la colcha o el cubrecama, la mesita de noche, los cuadros y pósters en la pared, las macetas…) darán un respiro a estas estancias. Además, así podemos crear a nuestro antojo distintos estilos para cada habitación.
Se trata de una propuesta que busca la sencillez dentro de los espacios, iluminándolos con muy pocos detalles. Muchas veces el secreto de un interior decorado con estilo está en esos pequeños matices…